En este puente del día del trabajo hemos aprovechado para ir Edimburgo (Escocia) con mi mujer y unos amigos y al ver las colinas que hay por allí no me pude resistir a subir a una, así que el domingo me levanté temprano y a las 7:49 ya estaba corriendo por tierras escocesas. El hotel lo teníamos bastante cerca de Holyrood Park donde hay una imponente colina que es subida por mucha gente haciendo senderismo y algunos corriendo.
Después de callejear un poco llegué al comienzo del parque y fue cuando empecé a disfrutar de lo lindo, todo el terreno cubierto de hierba en donde parece que corres por encima de una colchoneta hasta que empieza lo duro, una subida muy pronunciada la cual está empedrada en forma de escaleras para hacérselo más fácil a los senderista pero que para correr es un tanto peligroso debido a la gran humedad que hay (el móvil me marcaba el 100%) y por tanto el peligro de resbalón. A esas horas por aquellas latitudes en estas fechas sale el sol a las 6 am así que cuando yo me dirigía hacia la colina ya había gente subiendo e incluso bajando.
Poco a poco conseguí llegar a la cima y allí las vistas eran espectaculares de la ciudad de Edimburgo a un lado y del mar del norte al otro. Después de echar unas fotos y disfrutar un rato del paisaje me puse en camino hacia abajo y no elegí bien el camino ya que me encontré con una bajada muy técnica y peligrosa y delante de mí había dos chinas (o japonesas, es que no las distingo) y una de ellas estaba bloqueada, ni subía ni bajaba así que le eché una mano y seguí para abajo hasta que la cosa se puso muy chunga y tuve que dar la vuelta, les deje a las chicas orientales en mi pésimo inglés que el camino no se podía continuar y que volvieran a subir y allí las dejé y ya encontré un buen camino de bajada que no fuera el mismo por el que subí. Este camino me llevó hasta un lago repleto de Cisnes y alguna que otra focha, y con lo que me gustan las aves allí volví a recrearme un rato y echar alguna foto. Di la vuelta al lago y me encaminé a subir la segunda colina, que es un poco más baja y llegando a la cima de esta volví a ver a las chicas orientales así que consiguieron bajar.
Al llegar al final me encontré con un prado cubierto de hierba y con pendiente descendente que cogí con tantas ganas que alcancé una velocidad de 20,2 km/h, puf, no sé cómo no me la pegué con esa velocidad y la falta de costumbre y de zapatillas preparadas para la hierba. Bajando a esa velocidad había un coche de policía en la carretera mirándome que estarían pensando que a donde irá ese loco, jaja, ya que me emocioné tanto que hasta di algún grito, jajaja.
Resumiendo, que he disfrutado como un niño en un parque corriendo por esas tierras tan diferentes a las de Almería, así que mereció la pena el madrugón para poder luego estar a la hora del desayuno en el hotel. Solo me queda decir que no tiene perdón que Loren y María José yo subieran a la colina con la afición emergente que tienen al senderismo, es que nos gusta mucho la cama, jaja.
Los Datos:
Distancia: 9,30 km
Desnivel acumulado +: 370 m
Perfil:
Recorrido:
Al día siguiente volví a salir a correr pero esta vez no subí a la colina ya que estaba llovienndo y lo que hice fue que la bordeé entera hasta llegar al otro extremo (el lago) y luego crucé por un campo a través y me adentré en la ciudad en donde me desorienté un poco como es típico en mí hasta que logré llegar al Hotel:
Menudo goce, a juzgar por las fotos tiene que haber sido una pasada! Comer, ver, correr respirar con ese entorno!
ResponderEliminarSí que ha sido una gozada Pedro, fíjate si iba gozando que no me afectaba para nada el frío el primer día ni la lluvia del segundo. Qué pena no ponder hacer esto por lo menos una vez al trimestre.
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