jueves, 25 de abril de 2013

Reportaje oficial Desafío Lurbel El Calar del Río Mundo (abril 2013)

   Vídeo reportaje del primer evento lúdico deportivo organizado por Lurbel en Riopar, (Albacete) los días 6 y 7 de abril de 2013, con testimonios, crónicas, paisajes y muchos recuerdos! Yo hice la distancia de maratón y en esta ocasión no ha habido suerte y no salgo. Bueno, si salgo, pero sentado de oyente en las charlas.
   Aquí mi crónica de la carrera: http://cervellera.blogspot.com.es/2013/04/desafio-lurbel-el-calar-del-rio-mundo.html


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miércoles, 17 de abril de 2013

CXM Trail Cara Los Tajos

   Este domingo día 14 de Abril hice mi segunda carrera competitiva del año y justo una semana después de hacer la primera, la maratón de montaña Desafío Lurbel, El Calar de Río Mundo cuya crónica se puede leer aquí. Estas dos carreras están a una distancia de casi 400 km y mientras que la primera rondaban las temperaturas de 1º a 9º, en esta serán de 14º a 23º, ¡qué cambio!. Después de hacer la dura maratón tenía mis dudas de si ir a Alhaurín el Grande (Málaga) ya que no soy partidario de hacer dos competiciones tan duras en dos semanas consecutivas, pero como ya estaba inscrito y con el dorsal pagado, dejé la decisión de hacerla para el sábado. Conforme pasaba la semana cada vez estaba más convencido de hacerla, solo tenía una secuela de la maratón, el tobillo derecho me molestaba debido a que lo fuerzo mucho porque inconscientemente todos los saltos más peligrosos los aterrizo con este, a consecuencia del esguince que me hice el verano pasado en el izquierdo.
   La carrera tiene la salida y meta junto al polideportivo de Alhaurín el Grande (220m de altitud). La hora de salida las 9 de la mañana. Las previsiones del tiempo eran buneas con temperaturas de 14 º en la salida y máximas de 23 º en meta, y no se equivocaron, hizo un día magnífico.
   Da comienzo la salida por carretera asfaltada en ascenso, que permite ir posicionándose y estirando el pelotón inicial debido a su 12 % de desnivel medio en sus 800 m de recorrido.
   Llegamos a la Cañá de las Palomas, que por su aspecto ha sido moldeada por las aguas que recogidas de la montaña, han discurrido por aquí durante seguramente millones de años, provocando una depresión entre la montaña. Este tramo es muy bonito, con gran vegetación, sobre todo arbustos, pero lo peor es el terreno, muy empedrado, al principio con piedras de gran tamaño y redondeadas, lo que confirma que ha debido de pasar mucha agua por aquí a lo largo del tiempo. Conforme subimos van disminuyendo las piedras hasta que ya corremos por un bonito sendero, siempre en ascenso, con algunas zonas en las que hay que superar grandes rocas.
   Seguimos por la cañada hasta su final girando a la izquierda por el carril del Chaparral, para seguidamente girar a la derecha para alcanzar la Senda Corral de Yeguas donde alcanzamos el primer avituallamiento, km 2,6, junto a la fuente del Acebuche.

   Tras beber un poco de agua, seguimos ascendiendo, llegamos hasta la Casa del Guardamonte, giramos a la izquierda y cogemos un sendero con fuerte pendiente y me alegro de lo  bien que me encuentro, por ahora sin ninguna dolencia de mi anterior carrera, e incluso voy adelantando a gente en esta pronunciada subida. A todo esto me adelanta alguien que me sorprende ver su calzado, una especie de alpargatas al más puro estilo minimalista de los indios taraumaras. Al mirarlo compruebo que es Francisco Contreras, hijo del ya famoso Super Paco, que sube con gran agilidad dejándome sorprendido obserbándolo.
Detalle del calzado de Francisco Contreras hijo.

   Seguimos subiendo por esta preciosa senda, entre enormes pinos y acebuches que cubren los rayos del sol, hasta llegar a su punto más alto (695 m) en el km 3,9. A partir de aquí nos encontramos con una serie de toboganes de subidas, bajadas y tramos llanos de lo más divertido y en donde más disfruto hasta que de repente los 3 corredores que van delante de mí frenan en seco debido a que hay un tronco atravesado en medio del camino, lo que me pilla de sorpresa y al parar en seco me tuerzo el tobillo derecho, y si, es el mismo que ya traía castigado del domingo anterior. Con la tirria que le tengo yo a los tobillos después de mi experiencia con el esguince, primero me asusto, aunque parece que no es muy grave y sigo corriendo con algo de dolor. Conforme sigo corriendo el dolor disminuye pero no cesa y llevaré esta molestia durante toda la carrera. Esto me hace bajar el ritmo, así que en esta bajada pronunciada que llevamos ahora hay varios corredores que me adelantan.
   Llegamos al llano del Bosnio (km 5) que atravesamos para seguir una senda con una peligrosa bajada que nos lleva hasta el segundo avituallamiento, km 6.
   Seguimos la bajada siguiendo una senda que bordea la sierra por su parte más baja, teniendo unas vistas preciosas del pueblo.
   Llegamos al km 7,7 y 332 m de altitud. Empezamos la segunda subida. En esta subida cogemos un carril denominado Iván Ortíz, supongo que en honor al campeón que hoy corre con nosotros. Este tramo es precioso, según dicen de los más bonitos de toda la Sierra de Mijas, con un bosque muy espeso que no deja pasar los rayos del sol, cosa que a estas alturas de la carrera agradecemos. Tiene unos 4,4 km de subida al 14% de desnivel medio, en los que alterno andar y trotar.
   Atravesamos el Carril de la Bola donde nos encontramos con el tercer avituallamiento (km 8,7), en el cual reponemos fuerzas para seguir con esta larga subida.
   Seguimos subiendo sin descanso hasta el cuarto avituallimiento en el km 12,4 a 978 m, con lo cual hemos hecho una subida sin tregua de unos 650 m.
   Continuamos por el sendero de la izquierda denominado Cancha Garrayo, ya en bajada y con un letrero amenazador.
   Este letrero, unido al incremento en el número de efectivos de protección civil me acojona un poco y no es para menos. Nos enfrentamos a una bajada muy técnica, con gran pendiente, curvas en zigzag y para colmo con mucha piedra suelta, lo que hace que extreme las precauciones ya que si aquí tropiezas no lo cuentas. Basta con observar la siguiente foto de por dónde discurre la senda.
   Después de esta bajada pobre en vegetación, nos adentramos en un bosque húmedo con varios toboganes de sube y baja continuos hasta llegar al km 14 donde cogemos el único tramo de carril que tiene la prueba. Estamos en el Carril del Caparral que recorremos en unos 1300 m en bajada suave que me viene de perlas para recuperar las piernas. 
    Llegamos al final de la bajada por carril (560 m) y cogemos un sendero (Vereda de las Canchas) a la derecha que es el comienzo de la última y más dura subida que nos llevará hasta el techo de la prueba (1128 m),
   Alcanzamos el 5º avituallamiento en el km 16,6, muy completo, hasta tiene geles, así que aprovecho para tomar uno y reponer líquidos, que me vendrá bien para la larga y fuerte subida que me espera. Un voluntario me cuenta que ya se han retirado muchos de la carrera, algunos por caídas, y yo pensando que espero que no se hayan caído en uno de los tramos peligrosos.
   Seguimos subiendo por una vereda con unas vistas impresionates de todo el Valle del Guadalhorce, muy verde por sus plantaciones de cítricos y sus pueblos blancos a la falda de la montaña.

   Cuando ya nos falta poco para alcanzar el techo de la prueba, vamos tan cansados que la mayoría no corremos y encima el viento pega fuerte de cara. Ya divisamos nuestro objetivo, el Pico Mijas (la Bola), pero el trayecto hasta alcanzar su cumbre se me hace interminable.
   Alcanzamos el 6º avituallamiento en el km 19,8, justo antes de alcanzar el pico. Aquí hay numerosos voluntarios que nos animan con efusión y nos dan indicaciones. Es de agradecer estos ánimos en esta última subida, donde las fuerzas empiezan a flaquear, aunque he de decir que los voluntarios han estado de diez en toda la carrera. Además, los avituallamientos han estado de diez también, como prueba la siguiente foto.

   Por fin llegamos al final de esta infernal subida, donde tenemos unas espectaculares vistas de toda la bahía de Málaga, África, el Monte del Calamorro, las antenas de Mijas, el Valle del Guadalhorce, e incluso hasta Sierra Nevada puede verse al horizonte.

   Tras disfrutar de las vistas, cogemos el sendero de la bola, cuyo comienzo es una bajada pronunciada de arena con piedras sueltas, que hace que nos deslicemos por ella con mucha precaución.


      Llegamos al llano del Puerto de la Encina donde nos encontramos el 7º avituallamiento en el km 21,7. Aquí cogemos el sendero de la derecha, el cual da nombre a la carrera, Sendero Cara los Tajos. Este es el más bonito de toda la carrera, muy transitado por senderistas. Aquí tenemos todo lo que nos gusta a los corremontañeros, bajadas técnicas, tramos muy corribles donde poder gastar las pocas fuerzas que nos quedan, zonas de bajadas en zigzag, en las que prestar bastante atención debido al alto peligro de despeñamiento, tramos por roca, dificultándonos el paso y obligándonos en algunos trepaderos a servirnos de nuestras manos, y cadenas como puntos auxiliares de apoyo, y pequeñas subidas para rompernos un poco el ritmo de la bajada.

   En todo este tramo tan vertiginoso, muchos pagan el desgaste de esta dura prueba ya que cada pocos metros me encuentro con algún corredor/a tirado en el suelo con fuertes calambres. Incluso en uno de los tramos más peligrosos tengo que pasar por encima de un corredor que está atravesado y no se puede mover del dolor. Esto me hace pensar que estoy haciendo bien las cosas, ya que yo siempre he sufrido en las carreras duras de los temibles calambres, y en estas dos últimas me he librado de ellos, en esta no he llegado ni a tener indicio de ellos.
   Tras dejar atrás a estos pobres con sus calambres, me tiro un buen rato corriendo totalmente solo, no veo a nadie por delante ni por detrás y si no es por la gran cantidad de balizas que ha puesto la organización, creería que me he perdido.
   Llegamos de nuevo a la Fuente del Acebuche (km 25,5) donde está el 8º avituallimiento. Seguimos hasta la “Casa del Guarda forestal”, donde cogemos una pequeña senda a mano derecha que nos lleva otra vez al tramo de subida del principio de la prueba (“Cañá de las Palomas”), el cual recorremos ahora como bajada. En esta última bajada ya tengo el tobillo muy castigado, me molesta bastante y tengo que ir con mucha precaución debido a la gran cantidad de piedras, cosa que hace que me adelanten bastantes corredores y es una lástima ya que voy muy bien de fuerzas pero no puedo arriesgar.
   Por fin me libro de este tramo de piedras y continúo por la carretera asfaltada, aumentando mi ritmo hasta superar los 16 km/h, que después del esfuerzo realizado no está nada mal. Entre ánimos y aplausos de la gran cantidad de gente que está esperando recorro este tramo eufórico. La llegada a meta espectacular, por un pasillo de entrada en meta muy adornado, lleno de gente aplaudiendo.
 
 
   Para colofón de esta gran carrera, una bolsa del corredor con bastantes regalos como una buena camiseta de manga larga, cinta para el pelo, aceite de oliva, miel, aceitunas, un rosco, bebida refescante ... Y sigo adelante y alcanzo una barra con cerveza, refrescos, patatas fritas y embutidos. Para colofón una gran paella que estaba buenísima y me recargó las pilas para la vuelta a casa. Decir aquí que todos los avituallamientos en carrera han sido magníficos con agua, isotónica, fruta, geles, dátiles, carne membrillo y dulces, y 8 avituallamientos para una carrera de esta distancia es todo un lujo.
   En resumen, una magnífica carrera, que para ser su primera edición no le ha faltado un detalle y a la cual no le puedo encontrar ni un solo error, con un trato al corredor exquisito, unos voluntarios que se han desvivido por ayudar y animar en todo momento y un recorrido espectacular, unido a un día magnífico en cuanto a climatología, ¡qué más se puede pedir!.
   Doy mis felicitaciones al Grupo Alpino Benalmádena por este gran curro que se han pegado, con tan buenos resultados.
   Pongo un vídeo promocional de la organización:

   DATOS TÉCNICOS:

   Distancia: 28,3 km.
   Desnivel acumulado total: 3800 m.
   Tiempo: 4:02
   Puesto: 125 de 400.
   Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4312539
   Clasificaciones: https://www.dropbox.com/s/p4zq2bil18z0pvt/caralostajos2013.pdf

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viernes, 12 de abril de 2013

Desafío Lurbel, El Calar del Río Mundo

   Este domingo día 7 de abril por fin hice mi primera carrera oficial del año, y es que entre unas cosas y otras no he podido hacer ninguna, ¡menudo comienzo de temporada! ha sido una maratón de montaña fantástica, sobre todo por el lugar,  la sierra castellana del Calar del Mundo, en la comarca de Sierra de Alcaraz (Albacete), en el Parque Natural Los Calares del Río Mundo y de La Sima. Todo este paisaje es moldeado por el río Mundo, principal afluente del río Segura. Etimológicamente, "Mundo" no procede del sustantivo referente a "mundo" (del lat. mundus), sino del adjetivo "mundo" (lat. mundo), antónimo de "inmundo": "limpio, lavado, claro..". Su nacimiento se encuentra en un lugar turístico llamado Los Chorros del río Mundo, al que acuden muchas personas para ver sus cataratas y su profunda cueva, considerada la más importante de la mitad meridional peninsular, con 50 km de galerías, desde donde se precipitan los chorros por un farallón de más de 300 m de altura. El volumen de agua de las cataratas es muy variable y puede ser escaso en tiempo de sequía. Pero el fenómeno es singular, debido a que está conectado con un acuífero de tipo kárstico, que produce estas bruscas variaciones estacionales, denominadas también, surgencias en "Trop plein". La mejor época para visitarlas es la primavera, en las fechas cuando se produce espontáneamente una explosión extraordinaria de surgencia de agua; fenómeno kárstico curioso y popularmente conocido en la zona como el "Reventón", que por suerte en estos días está en su máximo esplendor debido a la gran cantidad de lluvias caídas últimamente, batiendo récord de agua. El agua surge de una gruta natural a gran altura, desde donde el agua cae a través de una espectacular cascada de 100 metros de altura. No solo es espectacular la cascada del propio nacimiento, sino que a continuación se suceden una serie de cascadas que hacen del entorno un espacio sin igual.
   Los farallones calcáreos, las cascadas rodeadas de pinos, robles y avellanos, hacen de este paraje uno de los más bellos que podamos ver.

   Foto tomada el día anterior que aprovechamos para ver la cascada con calma.
   
     En esta ocasión correré acompañado de, mi amigo y últimamente compañero de varios entrenos, Pedro. El está más entrenado en bici y correr en llano y nunca ha corrido en montaña así que estrenarse en una maratón de montaña con 4420 m de desnivel acumulado dice mucho de su valentía. Debido a su poca experiencia en correr por montaña yo pensaba que iba a sufrir mucho, y que yo tendría que animarlo y esperarlo, pero nada más lejos de la realidad y ha sido más bien al revés. Me ha sorprendido mucho como se ha portado adelantando a muchos corredores de montaña expertos, Pedro eres todo un campeón.
   La semana anterior a la prueba las previsiones meteorológicas eran de mucho frío y de precipitaciones con nieve el sábado anterior, así que estábamos acojonados y nos llevamos dos maletas cada uno cargadas de ropa. Por suerte al final el tiempo cambió y el sábado, aunque hizo bastante frío, no hubo ni una gota de agua ni de nieve. 
   La tarde de antes fuimos a recoger los dorsales y ver un par de charlas muy interesantes, una de nutrición impartida por Jesús Sánchez, campeón europeo de triatlón larga distancia, y otra de prendas compresivas, impartida por César Canales, corredor y médico.

   En la siguiente foto se puede apreciar todo el arsenal de guerra preparado.

   A las 8 de la mañana con una temperatura de 1º tiene lugar la salida en la plaza del ayuntamiento de la localidad de Riopar (Albacete). Pedro y yo vamos tapados hasta los ojos, con las 3 capas recomendadas para el frío, y es que para unos almerienses que no bajan nunca de los 10 º en sus entrenamientos, correr a 1º nos asusta. 
 
  
   Termina la cuenta atrás y nos dirigimos hacia el oeste recorriendo unos 800 m de asfalto en suave descenso por las calles del pueblo, hasta que cogemos una pista ancha entre cultivos donde empezamos a subir. Estamos en el punto más bajo del recorrido, 943 m. 
   A unos 1900 m de la salida, nos adentramos en el pinar y cogemos un sendero que empieza subiendo y termina bajando cruzando por debajo la carretera  CM-3204. Tras cruzar esta carretera, seguimos por un sendero que transcurre flanqueando el río y en el que hay un punto por el que tenemos que saltar por encima del río y en el cual mi compañero Pedro prueba por primera vez lo que es meter todo el pie en el agua helada.
   Llegamos hasta la localidad de Las Casas de la Noguera, la cual atravesamos y llegamos al primer avituallamiento, del cual solo hacemos uso del agua ya que aún no hemos hecho ganas de comer, ¡esto no ha hecho más que empezar!.
   Seguimos por el sendero que nos baja hasta el río que cruzamos por el puentecillo, en el km 5. Tras este puente recorremos unos pocos metros de pista y tomamos un precioso sendero que transcurre entre un espeso bosque y por el que baja abundante agua. Tenemos una fuerte pendiente positiva que nos obliga a andar con las manos en las rodillas durante 2,5 km ya que pasamos de los 948 m a 1430 m de altitud, lo que se traduce en un desnivel medio de casi el 20 %. Sobre la mitad de este sendero vemos a una vaca entre el bosque que nos llama la atención, aunque no será la única que veremos. 

   Aquí ya empiezo a sospechar en mi equivocación al subestimar a Pedro ya que el tío sube a muy buen ritmo. Mientras vamos subiendo no paramos de hablar y comentar cosas cuando el que va detrás de nosotros nos pregunta que de dónde somos, y es que ha identificado nuestro acento. Resulta que el tío (Elías) es del mismo municipio que nosotros (Cuevas del Almanzora) y hablando hasta coincidimos en el mismo colegio, ¡qué pequeño es el mundo! Nos tiramos un buen rato hablando y compartimos gran parte de la carrera juntos, una lástima no vernos en meta para haber compartido también una cerveza.

    Llegamos al km 7,5 donde tenemos el control de paso. Continuamos a la derecha por un sendero en bajada entre pinos y encinas y una vegetación exuberante, con humedad por todas partes. La espesura de la vegetación es tal que los rayos del sol no son capaces de atravesarla y yo pienso lo fantástico que debe ser entrenar aquí en verano, acostumbrado a mi lugar habitual de entrenamiento que no tiene ni un metro de sombra.

   Al finalizar la bajada, tenemos unos metros corriendo sobre llano, pero el recorrido nos lleva directos hasta el río sin haber ningún puente. Aquí la anchura del río es considerable así que no tenemos más remedio que cruzarlo llegándonos el agua hasta las rodillas, puff que fría que estaba, aunque pronto me olvido del frío y humedad en los pies ya que continuo corriendo sin parar.
  Llegamos hasta el aparcamiento de los Chorros en el km 10 donde se encuentra el segundo avituallamiento. Tras reponer fuerzas nos dirigimos al Mirador de los Chorros, subiendo por unas escaleras unos 125 m de desnivel, donde nos maravillamos al contemplar a la naturaleza en todo su esplendor ya que el famoso "Reventón" es todo un espectáculo que si no es porque la tarde de antes nos habíamos acercado Pedro y yo a verlo, me habría obligado a parar para contemplar esta maravilla de la naturaleza.
   
   Continuamos por el sendero hasta llegar a la carretera A-77 que accede al aparcamiento, la seguimos unos metros hasta llegar a un sendero donde tomaremos el Cordel de Andalucía que seguiremos hasta desviarnos hacia el sur por un sendero que busca la orilla del río y que nos llevará de nuevo a la localidad de Casas de La Noguera. A partir de aquí repetiremos el tramo de ascenso hasta el punto de control del chip, cosa que nos desagrada ya que psicológicamente nos machaca  el repetir itinerario. No comprendo bien el por qué de esto con lo grande que es esta sierra llena de senderos. Recorremos estos 5,5 km repitiendo itinerario hasta que al llegar al punto de control, esta vez en lugar de girar a la derecha giramos a la izquierda, dirigiéndonos ya por el Calar en un ascenso más moderado hasta el avituallamiento 3 en el Pozo La Bomba, Km 21,5.
   En esta ascensión al Pozo de la Bomba ya comenzamos a ver las cumbres nevadas hacia donde nos dirigimos, pisando lugares enfangados y llenos de barro que a estas alturas de la carrera ya cruzamos Pedro y yo como si lo hiciéramos todos los días.


   Después de reponer líquidos en la mochila y comer medio plátano nos dirigimos hacia la Cañada de las Yeguas, donde comienza la ascensión al techo de la prueba, el Pico Argel a 1698 m en el km 24,6. Esta parte tiene menos vegetación ya que a estas alturas los árboles son escasos, pero el paisaje es fascinante, con restos de nieve a nuestro alrededor, que por la pinta deberá estar hecha hielo, aunque no lo pudimos comprobar ya que no llegamos a pisar por nieve.
   Desde el pico las vistas son espectaculares, hacia donde se miren se ven montañas. Podemos contemplar la extensión de la plataforma kárstica que es el Calar del Mundo. Hacia el este queda el Molejón, al suroeste podemos ver el barranco de Tus y al oeste llegamos incluso a distinguir el pico de La Sagra nevado, sito en la provincia de Granada, no muy lejos de mi casa, increíble. La organización dijo que instalaría cuerdas en este pico, pero yo no las vi, aunque la verdad es que no me hicieron falta.
   Bajamos dirección a la fuente del Buitre. Desde esta fuente y bordeando por la parte alta de la Cañada de las Yeguas, regresamos al Pozo de La Bomba ya con más de 27 km en nuestras piernas. Aquí está el mismo avituallamiento que pasamos en la subida, ahora es el avituallamiento 4 donde nos dicen que si queremos agua la cojamos del río. Dicho y hecho, cogemos un vaso y nos agachamos para recoger el agua justo desde el nacimiento. Me sorprende lo buena y fresca que está.
 
   Después de esta anécdota a la que estamos poco acostumbrados los de secano, seguimos nuestra bajada volviendo a mojarnos los pies en el río, y más adelante llenarnos de barro al cruzar una zona enfangada en la que varias vacas pastan plácidamente, y que nos miran con cara de asombradas, no es para menos.
   Cruzamos el calar hasta el mirador sito sobre la Cueva de los Chorros realizando una pequeña ascensión, y comenzamos un nuevo descenso por la Cañada de los Mojones. Este descenso de algo más de 5 km lo disfruto mucho. Bajamos a buen ritmo pero lo mejor es cuando sobre el km 32 nos cruzamos con un numeroso grupo de senderistas, que nos animan y llaman por nuestro nombre, el cual llevamos impreso en el dorsal. El hecho de oír mi nombre animándome unido al precioso paisaje por el que discurrimos y a que vamos en bajada me anima tanto que casi vuelo en este tramo, es increíble lo que te puede recargar las pilas algo así.
   Llegamos hasta el puerto del Arenal, km 33,8 y 1143 m, donde cruzamos la carretera y seguimos animados por la gran cantidad de gente que está en esta zona habilitada para el esparcimiento. Continuamos subiendo por una pista ascendente hasta el avituallamiento 5, km 35.
   Comenzamos la ascensión al Padroncillo por un cortafuegos con gran pendiente que a estas alturas de la carrera pica en las piernas. Conforme vamos subiendo me voy acordando de la nota de la organización, que decía que debido a las últimas lluvias no se podría subir a la cumbre y se recortaría en 200 m tanto la subida como la bajada, y yo pensando que menos mal porque llevo los cuádriceps y gemelos que me van a estallar, y es que aún así subimos 200 m de desnivel en tan solo 900 m de recorrido. Por delante veo a Pedro como sube e incluso me saca distancia, menudo crack para ser su primera carrera por montaña, que capacidad atlética que tiene. En fila india y agachados con las manos en las rodillas vamos subiendo poco a poco hasta que por fin giramos para comenzar el descenso. Cuando voy descendiendo me da un amago de calambre en un gemelo, pero se queda en eso y es la primera carrera de más de 3000 m de desnivel acumulado en la que no sufro de estos temibles calambres. Sigo bajando poco a poco con la mirada puesta en el suelo cuando al levantar un poco la vista me sorprende lo que veo, y es una pierna ortopédica. Increíblemente y justo en el lugar más técnico de toda la carrera, me encuentro con un corredor que solo tiene una pierna y la otra es ortopédica al estilo Pistorius, y va bajando con gran dificultad y ayudado por un bastón y algunos corredores. El atleta es Juanjo López Esteve, el primer corredor paratleta de trail running en Europa.
   Por fin se termina esta bajada infernal y llegamos al avituallamiento 6, km 37,2 y seguimos por una senda de bajada suave que discurre por un bosque precioso de encinas y pinos en el cual no puedo evitar parar a contemplar el paisaje y echar un vídeo. Bajamos hasta el Campamento San Juan, donde cogemos la pista que nos lleva de regreso a la plaza del ayuntamiento de Riopar. Estos algo más de 2 km de pista me parecen interminables debido al agotamiento acumulado y a lo poco que me gusta correr por pistas, más cuando hemos recorrido tan bellos parajes.
   Al fin llegamos a meta, en unos 45 minutos menos de nuestro tiempo estimado, cansados y contentos a la vez por tan magnífica hazaña.
   Así acabaron nuestras zapatillas después de pisotear por terreno enfangado gran parte de la carrera:
   
   Y después de tanto esfuerzo, el merecido homenaje:


   En esta ocasión porté una cámara para hacer unas grabaciones, aquí el resultado:

Aquí un vídeo del programa "a la carrera" de TVE. En el minuto 1:55 sale Rafa Bodi, el cual aún no conocía. En el minuto 3:39 sale Pedro y un brazo mío, es lo que tiene ir tan rápido, jaja. En el minuto 21:07 salgo yo al fondo de azul, detrás del paratleta Juanjo López Esteve.


Y aquí un vídeo de un mini resumen del canal 9:


   En resumen ha sido una carrera espectacular, con unos parajes increíbles que a priori uno ubicaría en el norte de España. Sin duda de los mejores sitios por los que he corrido, a la altura de la maratón de los lagos de Covadonga, incluso en algunos aspectos me ha gustado más, como el hecho de haber tanto bosque y agua, aunque en general no llega a superar a la de Asturias, ya que aquella zona es preciosa, el trato al corredor inmejorable y la llegada a meta no se puede ni comparar. Además en Covadonga se juntaron varias  circunstancias que la hacen muy especial y por las que tendré siempre un gran recuerdo de ella.

   Añado este vídeo del reportaje oficial publicado tras la carrera:


  DATOS TÉCNICOS:

   Distancia: 42,21 km
   Desnivel acumulado total: 4400 m.
   Tiempo: 6h 17min.
   Puesto: 173 de 311 inscritos en la maratón.
   Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4275696
   Clasificaciones: https://www.dropbox.com/s/06r52fesvewpgtk/ResultadosIDesaf%C3%ADoLurbel.pdf

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jueves, 4 de abril de 2013

Pinarillo-Navachica (Sierra Almijara, Málaga)

   Este domingo hice mi primera ruta en la provincia de Málaga, y en esta ocasión ha sido en plan senderismo ya que me acompañó mi cuñado Jose que no corre y le gusta mucho el senderismo. El lugar elegido fue la Sierra de Almijara, dentro del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Este parque posee una extensión de 40.662 hectáreas comprendidas entre las provincias de Granada y Málaga. Este espacio natural constituye un impresionante macizo montañoso, con alturas comprendidas entre los 300 y los 2.065 m en el Pico La Maroma. Este marcado contraste de alturas, combinado con la proximidad al mar y su extensión longitudinal (conectando las sierras del Campo de Gibraltar con las Sierras Béticas y el Levante peninsular) ha condicionado la presencia de un amplio rango climatológico dentro del espacio. Dichas características, unidas a las peculiaridades del sustrato (mármoles dolomíticos), han originado unas singulares características ambientales en el Parque Natural. El tejo y la cabra montés son las especies más emblemáticas del espacio, si bien es muy notable la presencia de numerosos endemismos vegetales y la riqueza de su avifauna, especialmente de rapaces.
   La ruta comienza en el área recreativa el Pinarillo (456 m), muy cerca de las cuevas de Nerja. En un principio nuestro objetivo era hacer una ruta circular que sube hasta el pico del Cielo a 1508 m de altitud, pero por un despiste en el camino, terminamos haciendo una ruta bastante más dura. Comenzamos la ruta siguiendo una pista forestal durante 1.100m para dejarla y adentrarnos en el barranco de los cazadores. Aquí comienza el espectáculo, y es que la vegetación es abundante y hay unas vistas impresionantes de la sierra.



    Divisamos varios grupos de cabra montés, los cuales se dejaban ver a una distancia bastante corta, tanto que pudimos echar alguna foto donde se pueden apreciar con claridad, a pesar de ser con móvil que no tiene zoom óptico.

     La cosa se empieza a complicar poco a poco y es que hay muchas piedras sueltas y de gran tamaño. El ascenso es continuo con tramos complicados.




    Llegamos a un punto de la ruta en donde el agua a horadado la roca de tal manera que hay grandes saltos que nos hacen practicar la escalada para poder continuar.


    Cuando llevamos ya cerca de los 4 km dejamos el barranco con sus piedras para seguir un precioso sendero que discurre entre la frondosa vegetación compuesta sobre todo de pinos, enebros, lentiscos y romeros.



    El sendero nos vuelve a dejar en el barranco, el cual seguimos hasta el km 5,8 donde hay una bifurcación, siguiendo la de la derecha. Aquí fue donde cometimos el error que nos llevó a hacer una ruta totalmente diferente de la planeada, y es que justo unos 150 m antes de esta bifurcación, salía un sendero a la derecha que no vimos y era el que deberíamos haber seguido para dirigirnos al pico del Cielo. 
   Seguimos subiendo el barranco y aunque el gps me indicaba que no íbamos por la ruta establecida, decidimos no hacerle caso ya que por donde caminábamos estaba marcado cada pocos metros con señales rojas y con hitos de piedras, así que pensamos que si estaba marcada nos llevaría al mismo sitio, craso error.


    El ascenso parece que no se acaba, cada vez estamos más altos y el cielo se está poniendo oscuro, con nubes bajas que tapan los picos más altos, justo hacia donde nos dirigimos. En la siguiente foto se puede apreciar el barranco que hemos recorrido, al fondo en el centro Nerja y el mar, y por encima las nueves amenazantes.
    En el km 6,7 dejamos el barranco para seguir un sendero muy difuminado, casi inexistente pero que se puede seguir bien, salvo por la fuerte pendiente. Estamos a 135 m de altitud y aquí el paisaje cambia drásticamente y es que como suele ser habitual en todas las rutas que hago, a partir de los 1300 m el bosque de pinos pasa a ser un precioso y frondoso bosque de encinas, el bosque original mediterráneo. 
    A estas alturas ya nos adentramos en la nueve y poco a poco va disminuyendo la visibilidad, aunque las vistas son espectaculares.




    Mi cuñado Jose lleva ya rato notando los efectos de la falta de entrenamiento y es que hace mucho tiempo que no hace senderismo y la ruta se está haciendo demasiado dura. Empiezan las dudas de no saber exactamente a donde vamos y de si no será mejor dar media vuelta, además la visibilidad es cada vez menor y la humedad va en aumento. Decidimos seguir un poco más, sobre todo por mí ya que creo que Jose tiene ganas de dar media vuelta pero es muy prudente. Sigo subiendo a paso firme, dejando atrás a Jose y al rato me paro para esperarlo ya que el sendero cada vez es más difuminado y tengo miedo de que se pierda. Aprovecho para ver el mapa y veo que estamos muy cerca del pico Navachica y me llevo una gran sorpresa al ver que se encuentra a 1831 m de altitud. Ya está claro que no nos dirigimos al cielo, así que conecto el móvil y por suerte hay cobertura así que busco en internet y veo que estamos muy lejos de la ruta original. También observo en el mapa que hay una línea que pasa por Navachica y sigue hasta cerca del punto de la ruta que deberíamos haber cogido para ir al Cielo, así que pienso que es una pista o sendero. A todo esto llega Jose diciendo que se da la vuelta y que me da las llaves del coche si yo quiero terminar la ruta. Le comento donde estamos y que voy a subir para ver si hay un sendero arriba ya que queda poco y que si no lo hay vuelvo. Subo y en poco tiempo llego hasta el lugar y me doy cuenta que la línea del mapa no es un sendero ni una pista, sino que marca el cordel o cresta que baja desde Navachica y va en dirección al cielo. La visibilidad es casi nula, hace un viento gélido y la humedad es muy alta, tengo la ropa empapada y no está lloviendo, pero está todo mojado. Decido que dadas las condiciones ambientales y que Jose va tocado con calambres incluidos, dar media vuelta y bajar por nuestros pasos que es lo más seguro. Cuando he bajado bastantes metros y no me encuentro con mi compañero lo llamo y se oye a lo lejos pero por encima de mi, así que se pueden hacer una idea de la niebla tan espesa que había que nos cruzamos y no nos vimos

   Juntos bajamos por el mismo camino, con mucha prudencia ya que las rocas estaban mojadas hasta que por fin nos dejamos la zona de niebla y con algo más de ritmo llegamos al lugar de partida.
   En resumen una ruta preciosa, pero muy dura solo apta para gente preparada ya que tiene un gran desnivel puesto que en tan solo 8,5 km hemos subido más de 1300 m. Al final me quedé tan solo a 400 m de distancia del pico Navachica, pero dadas las circunstancias, opté por hacer caso a Jose y bajar, ya habrá más ocasiones para abordarlo. Próximamente haremos una ruta que sube a los dos picos, Navachica y El Cielo, esperemos que con mejor climatología.
   Me ha sorprendido mucho esta zona por su belleza y por las posibilidades que tiene y es que hay infinidad de senderos y se pueden hacer varias rutas de más de 20 km sin repetir sendero. Creo que volveré más de una vez.

   DATOS TÉCNICOS: 
   Distancia: 17 km.
   Desnivel acumulado: 3000 m.
   Tiempo: 5h 36min.

   Perfil y ruta:
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