domingo, 11 de diciembre de 2016

Maratón Costa de Almería



   Terminada otra carrera con éxito, quedando en mi mejor posición hasta la fecha, pero eso para el final de la crónica...
   Me apunté a la UMCA (Ultra Maratón Costa de Almería) al poco de abrir inscripciones, allá por el mes de marzo, y lo hice a la larga de 90 Km, pero por diversas circunstancias como son el hecho de que últimamente solo he realizado carreras cortas, pocas tiradas largas y que justo cuando iba a empezar la preparación específica me hice un esguince, decidí cambiar mi inscripción a la "corta". Aunque es denominada maratón, la supera en unos km, ya que la distancia es de 45 km y el desnivel positivo ronda los 500 m+.
   El sábado por la mañana nos lleva el autobús desde el estadio de los Juegos del Mediterráneo en Almería, donde tendríamos la meta, hasta San José donde es la salida. Allí me junto con mis compañeros del club que me ha acogido con los brazos abiertos, Gádor corre con el Buen Pastor. Todos ellos con muchas esperanzas en mi y en que haría una gran carrera, lo cual he de admitir que ya me suponía una presión extra a la ya creada por mí, que tenía ambición en hacer un buen papel y mucha confianza en mi mismo, no viendo descabellado poder hacer la marca del ganador del año pasado, 3:30 h.



   Comenzamos a las 10:00 y voy muy bien de ritmo pero controlando, ya que en los primeros 13 km se concentra la mayor parte del desnivel de la prueba. Con la emoción voy el primero unos cientos de metros pero pronto dejo que me adelanten y me quedo en una quinta posición. Cuando la cosa se pone cuesta arriba voy en todo momento controlando pulsaciones para no pasar de las que me fijé previamente, 160 ppm. Así voy manteniendo mi ritmo y posición llegando a la cima de la última gran subida en el km 13, con 370 m+ en 1 h justas, increíblemente justo el tiempo que me había marcado. Este último tramo de subida y después fuerte bajada es de asfalto, así que la bajada la hago a gran velocidad.
 

   Llego a la Fabriquilla y ya diviso a lo lejos a un gran amigo, Diego, que me estará siguiendo durante toda la carrera y preocupándose por mí. Informándome de la carrera, ofreciéndome agua, hidratos y animándome en todo momento. Me dice que voy en posición 5, cosa que sospechaba. Ahora la carrera es en su mayoría llana, así que este tramo que es por paseo y asfalto lo hago a ritmo constante entre 4:10 y 4:30.
Luego nos meten por un carril de tierra donde de vez en cuando giro mi vista a la derecha para poder contemplar a los preciosos flamencos que se ven no muy lejanos e incluso posado en la vaya de madera que hay junto al camino, puedo apreciar a un camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), ave que hasta ahora no había visto en vivo, originaria del norte de África y que en los últimos años ha colonizado nuestra geografía. Esto para los que dicen que compitiendo no se puede disfrutar del paisaje, jejeje.


   Ya estoy llegando al pueblo de Cabo de Gata y ahí diviso de nuevo a Diego que me espera justo antes del avituallamiento. Tras intercambiar botellas continúo, paso por el control y sigo dirección a El Toyo. Saliendo de Cabo de Gata adelanto al cuarto que ya iba tocado, así que me coloco en cuarta posición. Ahora nos metemos por una zona de arena bastante blanda, que hace que baje el ritmo y aumente el esfuerzo para avanzar, aunque pasamos junto a una laguna con los flamencos y demás aves acuáticas a escasos metros. Desde luego sería un lugar idóneo para que un fotógrafo sacara unas instantáneas pero no fue el caso. Escribo en plural aunque iba totalmente solo, no veía a nadie delante y nadie detrás, así que sigo a mi ritmo pero controlando más aún, ya que para mi sorpresa, sobre el km 25 empiezo a notar que el gemelo derecho quiere darme guerra, y aún queda mucha carrera, así que empiezo a temer que por enésima vez los calambres frustren mis expectativas. Sigo avanzando a menor ritmo del que me gustaría pero cada vez noto más que el gemelo quiere subirse, y así veo como se me va acercando poco a poco un corredor, el cual me alcanza después de El Toyo, así que vuelvo a la quinta posición.


A partir de aquí vendrá mi calvario, sufriendo muchos problemas en los gemelos y más adelante también algo en los cuádriceps, así que voy en todo momento controlando el ritmo y hasta modificando mi zancada, para evitar los temidos calambres. La presión es máxima, cada vez quedan menos km para alcanzar la meta. Diego me espera en todos los cruces, siempre preocupado y animándome. Al pasar la Universidad vuelvo a ver a Diego, que está con Rafa Lidueña el cual espera a Juande que también corre, pero al verme con problemas decide acompañarme y lo hace hasta dejarme a escasos metros de meta, todo un gesto que agradecí enormemente, me vino muy bien su compañía dándome conversación y ayudándome a controlar el ritmo. Pero antes de llegar a meta, por el carril bici junto al parque Andaráx, adelanto a otro corredor que va sin fuerzas, el pobre va a ratos trotando y andando, así que me coloco de nuevo cuarto. Pero ya iba yo muy mal muscularmente, y sabía que al menos uno que se veía detrás me alcanzaría, cosa que hizo. Este fue Javier, el ganador del año pasado, que me adelantó dándome ánimos y elogiándome por la carrera que estaba haciendo. Estas cosas son las que hacen grande a este deporte.
 

   Sigo en quinta posición, ya al límite, pero no quiero ponerme a andar, cuando aparece detrás otro corredor que me alcanza ya bordeando el estadio. Decido apretar para intentar impedir que me adelante y se me bloquean las piernas, tanto que tengo que parar unos segundos del dolor, pero no puedo parar, continúo y entro en el Pabellón donde está la meta, la cual cruzo en 3:38 h., en posicón 6 de la general y 2 de mi categoría Veterano.





   Para finalizar decir que la carrera es más bonita y mucho más dura de lo que me esperaba mirando simplemente los números de distancia y desnivel, y prueba de ello es que cayeron los de la cabeza menos el primero. Dar agradecimientos a Rafa por acompañarme esos últimos km, a los amigos del club de Gádor por su compañía y ánimos y sobretodo a Diego, un amigo como los hay pocos, noble, sin ninguna maldad y siempre dispuesto a ayudarte en todo. En la vida se cruzan en nuestro camino muchas personas, algunas solo pasan fugazmente y se van sin decir ni adiós, algunas buenas y otras malas y envidiosas, y Diego es de los que sabes que siempre estará ahí y se alegrará de todo lo bueno que te pase. Yo soy una persona que muchas veces hablo de más y digo lo que no me gusta, pero también se reconocer y agradecer los grandes gestos como el que hizo Diego, que lo vi muy preocupado por mi y dedicó toda la mañana del sábado a seguirme, ¿muchas gracias!


   Aquí con Juande que quedó primero Master.






2 comentarios :

  1. Muy buena carrera, felicidades. Al final siempre todo esfuerzo tiene su recompensa. Aprobecho para desearte unas felices Navidades. Saludos

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    1. Gracias y aunque no dices quién eres, felices fiestas para ti también. Un saludo.

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