Búscame en la montaña: Ultra Trail Sierras del Bandolero 2015

Para el primer ultra del año elegí esta gran carrera del Ultra Trail Sierras del Bandolero (UTSB). Hasta este año sólo había una opción, la de 150 km , en la que muy probablemente sea la más dura de Andalucía. Como aún no me veo preparado del todo para algo tan gordo, además de que ningún colega quería apuntarse, decidí apuntarme a una segunda carrera que han organizado este año por primera vez, de 73 km y 3300 m+, que se quedó con el nombre de UTSB "corta" o más cariñosamente "la Bandolerita". Pero no por ser más corta la UTSBC, es más fácil, ya que todo su terreno discurre por las zonas más técnicas y abruptas de su hermana mayor, por lo que el correr se tornará difícil en la mayoría de los tramos.

La prueba tiene su salida en Prado del Rey, en principio a las 12 del mediodía, cosa que ya me parecía tardísimo, pero es que como la tarde de antes la larga se retrasó 20 min. a nosotros nos retrasaron también esos minutos. Dicen que es por cuestiones de normas de la FAM, no entiendo de estas cosas pero dar la salida a esas horas es todo un despropósito, lo lógico es que la salida fuera mínimo 3 horas antes y muchos hubiéramos tenido serias posibilidades de llegar a meta de día.
A las 12:19 comenzamos. A estas horas los de la larga llevan ya 18 h de carrera. Salimos bastante detrás, tendremos más de 50 delante y vamos adelantando como podemos.

Llegamos a una pista ancha en ascenso en la que Diego impone un ritmo demasiado fuerte para mi gusto sabiendo lo que nos queda por delante, pero yo lo sigo llegando a correr algún km en 4 min, que para un ultra en principio es una locura. Desde Prado del Rey tomamos camino de la localidad de El Bosque, pasando por zonas preciosas con mucha vegetación y teniendo que atravesar un numeroso grupo de cerdos ibéricos que campaban a sus anchas por estos terrenos. Desde El Bosque empieza una subida hasta Llanos de Campo. Aquí nos perdemos por primera vez debido a que un gracioso cambió unas balizas para que no siguiéramos el camino correcto. Gracias a que alguien se dió cuenta y empezó a llamarnos y sólo perdimos unos 3 min. A todo esto, cuando pasamos por El Bosque la gente empieza a decirnos que vamos muy bien, por debajo del 10, y Diego y yo nos miramos y decimos que éstos se están quedando con nosotros.

Ahora comienza un largo ascenso hasta el Puerto del Boyar, primer punto de control. Aquí llego ya solo, Diego se ha quedado un poco rezagado. Vuelven a decirme que voy por debajo del 10 aunque sigo sin creérmelo, aunque ahora al ver la clasificación compruebo que era cierto, iba el 9. Saliendo yo del avituallamiento veo que se aproxima Diego, así que me lo tomo con calma y voy andando comiéndome un plátano para que le de tiempo a alcanzarme. Continuamos el ascenso, ahora vamos andando debido a la fuerte pendiente, pero yo impongo un ritmo fuerte en subida y Diego vuelve a rezagarse. Al principio lo voy viendo detrás hasta que llega un punto que no lo veo, y yo como me veo fuerte y con ánimos decido seguir al ritmo que me den mis piernas, asumiendo el riesgo de que lo pague más adelante, pero tengo ganas de arriesgar y probarme.

Seguimos camino de Villaluenga del Rosario, por una zona muy técnica, con mucha roca caliza. El desnivel cada vez es más fuerte. Aquí empiezo a notar las consecuencias de este ritmo tan fuerte que llevo, y es que empiezo a tener amagos de calambres, así que tengo que aminorar un poco la marcha. Al llegar arriba, la bajada es casi peor, ya que no puedo apartar la vista ni un momento del suelo con tanta piedra, porque un traspies y al suelo con posibles consecuencias graves.

Voy totalmente solo por esta bajada, salvo por algunos de la larga que ya empiezo a alcanzar y llego a uno de los puntos más conflictivos de la carrera situado en el km 28,8 donde hay una bifurcación con bandas que siguen de frente y otras que bajan. Me paro para analizar por donde seguir y veo que de frente hay un cartel que indica para Grazalema y para abajo indica Villaluenga del Rosario. Como el siguiente punto de control es en Villaluenga, sigo para abajo. El conflicto está porque en esta bajada hay un tramo de cerca de 1 km que hay que hacerlo para abajo y luego de vuelta para arriba, y claro, si no vas atento y te lo saltas, no te das cuenta porque sigues viendo balizas, cosa que luego me enteraría que le pasó a Diego realizando algo más de 3 km extras. Conforme voy bajando me voy cruzando con corredores, todos de la larga que vienen de vuelta, así que por aquí llevan ya casi 100 km. Muchos de ellos me preguntan por el puesto que llevo, que si voy el primero, cosa que me sorprende aunque sé claramente que no voy el primero, pero me anima mucho el pensar que es posible que vaya en buena posición.

Vuelvo a llegar a otra zona muy técnica, con mucha piedra, ya en bajada a Villaluenga del Rosario. Aquí se nota los que están acostumbrados a este terreno y me adelanta Jesús Casillas, cosa que me soprende porque lo imaginaba bastante por delante. Lo sigo y vamos juntos hablando hasta el avituallamiento de Villaluenga.

En el avituallamiento está el punto de recogida de la mochila, que yo no dejé, y donde el avituallamiento era muy surtido, de los mayores que he visto. Con mucha fruta, barritas, geles, dulces, batidos, café, caldo, bocadillos, pasta, embutidos, y hasta queso Payoyo, que lo hacen en este mismo pueblo, el cual ya conocía de otras veces que he estado por aquí, delicioso. Aquí voy en posición 8, aunque en ese momento no lo sabía.

Desde Villaluenga, comienzo la subida con otros tres corredores, uno de ellos David Ojeda, con el cual ya llegaría hasta meta. Vamos dirección Grazalema, y David nos lleva muy entretrenidos ya que no para de hablar y además nos viene muy bien su conocimiento de la zona. En esta parte me dan un par de calambres que me hacen pensar que puedan fastidiarme la gran carrera que por el momento estoy haciendo. Cuando me dan los calambres me quedo atrás pero luego consigo alcanzarlos de nuevo. En una ocasión le da un calambre a uno de los otros dos, y se quedan rezagados. Seguimos David y yo y casi llegando a Grazalema se nos une otro colega, Óscar Hervas. Justo al llegar al comienzo del pueblo me vuelve otro calambre, esta vez en un gemelo (antes fue en los cuádriceps) que me obliga a parar para recuperar. Sigo cuando recupero y los vuelvo a alcanzar. Llegamos al avituallamiento de Grazalema justo antes de anochecer, nos avituallamos y sacamos los frontales de la mochila. Aquí nos dicen que vamos en posición 8, 9 y 10, aunque luego en la web me pone 12. Yo me entretengo un poco y cuando salgo no veo a estos dos. Continúo solo por las calles de Grazalema, ahora subiendo hasta que llego al mismo punto en el que me dio el calambre. Ahora hay que subir unos metros por donde bajamos antes y yo me despisto y voy en dirección equivocada. Me dicen por donde debo ir, y en un despiste que sigo a una corredora, nos perdemos, no vemos ninguna baliza y ya se ha hecho de noche. Desde abajo nos dicen que hay que seguir por una valla, pero yo subo unos metros y no veo ninguna baliza. Estoy un buen rato dando vueltas y nos juntamos 5 o 6 corredores allí. Decido sacar mi móvil donde llevo el track, pero se ha gastado la batería, por suerte llevo otra de repuesto, se la cambio y cuando consigo que arranque veo que no vamos por el camino correcto. Me lanzo campo a través en dirección a donde me marca el móvil que sigue el track hasta que al fin veo que voy sobre la ruta. Aviso a gritos a los demás que este es el camino correcto y continúo, muy cabreado de pensar que he podido perder varias posiciones. En total en este despiste hice casi 1 km extra y perdí unos 10 minutos.

Ahora que es de noche parece que mi cuerpo rinde mejor, no vuelvo a tener ni un calambre y cada vez voy más animado, haciendo las zonas llanas y de bajada a un ritmo bastante fuerte. Voy muy sorprendido del ritmo que llevo para las horas que son y todo el esfuerzo realizado. No tengo ningún bajón que me haga andar y corro muy ilusionado de pensar la carrera que estoy haciendo y en la posición que voy, acordándome mucho de mis compañeros del grupo Antenas Ultra Trail, que estoy seguro que están muy antentos en la web a los avances de Diego y míos y que estarán también muy emocionados de ver como voy. También me acuerdo mucho de Eva que seguro también me está siguiendo y estará muy sorprendida. Así que con esta motivación extra, en lugar de venirme abajo como me ha ocurrido otras veces en pruebas largas, voy aún más fuerte. Voy adelantando a muchos corredores de la larga que ya van los pobres muy tocados. Voy por un sendero que antes hicimos en subida, bajando fuerte y sin miedo a pesar de ser de noche. De esta manera al final vuelvo a alcanzar a David y Óscar que me dicen que si se apartan, pero decido seguir con ellos. A partir de aquí continuamos los 3 juntos, quizá podría ir un poco más fuerte pero la compañía viene muy bien, sobretodo de noche, más si es tan grata como la de estos dos cracks.
Pasamos por Benamahoma, posición 10. Nos dirigimos a El Bosque pasando por una zona espectacular, senderos estrechos junto al río que nos acompañará bastantes km y vamos escuchando el sonido de sus aguas. Tenemos que cruzar varias veces por puentes muy estrechos que no nos hacen aminorar la marcha emocionados como vamos de ir tan en cabeza de la carrera. En esta parte es donde más corredores de la larga adelantamos, y animamos a todos por el gran esfuerzo que están realizando. Yo voy ya con muy poca batería en mi frontal y apenas veo, pero voy el primero del grupo tirando muy animado y sin ganas de pararme a cambiar las pilas. Al fin llegamos a El Bosque donde tenemos avituallamiento y me entretengo en cambiar las pilas. Aquí voy en posición 9. Creo que uno de los que adelantamos en el río era de la corta ya que me preguntó por mi categoría al adelantarlo, cosa que me extrañó, y es que yo daba por hecho que eran todos de la larga. Al salir del punto de control me cruzo con Juan Imbernon que entraba, lo cual me sorprende ya que es el ganador de la edición anterior y uno de los habituales en el podium. Aunque pienso que seguramente tenga un mal día el hecho de ir por delante de él me anima y motiva aún más para afrontar con fuerzas la recta final. Luego me enteraré de que se perdió en el mismo punto que Diego, aunque no tanto como él, ya que solo perdió una posición en ese tramo, pero por lo visto iba mal de moral, además tuvo rozaduras con las zapatillas, y es que hay veces que no es nuestro día.
Nos quedan 11 km por recorrer en donde parecía que ya estaba todo hecho, pero aún tendremos que ascender cerca de 400 m que se hacen pesados, pero como vamos muy bien, satisfechos y viendo que no se nos acerca nadie por detrás, los hacemos con calma, decididos ya a entrar los tres juntos en meta.
Al fin llegamos ya a Prado del Rey, nos espera una subida por asfalto que al principio hacemos andando y conforme vamos oliendo a meta y viendo el crono, decidimos aumentar el ritmo para conseguir llegar en menos de 11 h. Así, al ver la meta nos abrazamos y la cruzamos juntos, donde el pedazo de speaker Chito, nos anima y me hace una pequeña entrevista. Da gusto llegar a meta y encontrarse con esta gran persona, tiene mucho futuro en esto ya que la diferencia que hay al entrar en una meta con el es muy grande con respecto a otras mucho más sosas.

Al final salgo en posición 9 de la general y 6 de mi categoría, así que más que satisfecho de este puesto en una carrera de este nivel, donde había grandes corredores. Siempre pensaba que al pasar a la categoría de veterano estaría mas cerca del podium y resulta que ahora que llevo poco tiempo en esta categoría, habría estado solo a 5 minutos de podium de haber tenido 5 meses menos, en fin a seguir mejorando que es lo que cuenta. Estoy más que contento de cómo me ha salido la carrera, sin ningún bajón ni problema, más que los tres calambres que me dieron, pero que por suerte no se repitieron.
Para finalizar dar las gracias a todos los voluntarios y voluntarias que nos trataron fenomenal, siempre dispuestos a ayudarnos en todo lo posible y con una sonrisa en boca.

MI CLASIFICACIÓN: