Hoy me toca hacer una crónica difícil, y es que narrar lo vivido este fin de semana en los Pirineos no es tarea fácil, seguro que me dejaré muchas cosas sin contar, han sido tantas horas y tantas vivencias que me resultará imposible resumirlas en una breve crónica (eso intentaré) .
Toda esta aventura comienza en el mes de mayo, pocos días después de haber realizado la Transvulcania, cuando ya estamos buscando nuevo objetivo y Elías nos comenta que lleva años queriendo hacer la Cavalls del Vent, pero no la carrera que se hace a últimos de septiembre, sino la travesía que se realiza por libre, en un itinerario circular recorriendo los 8 refugios ubicados en el parque natural Cadí-Moixeró del Pirineo Catalán. El refugio de partida y el sentido a realizar la travesía es libre. Nosotros elegimos el Refugio Lluis Estasen, ubicado muy cerca de Pedraforca y que está más al sur. El sentido que haríamos, sería el contrario a las agujas del reloj, al igual que la carrera. Se puede realizar en tres categorías: 24 horas, 36 horas o modo travesía ( Los días que se quieran), como es lógico nosotros nos apuntamos a la de 24 h, que como su nombre indica tiene un tiempo máximo para realizarla de 24 h y si lo consigues te dan 3 puntos para poder realizar el UTMB, Ultra Trail del Mont Blanc.
A esta aventura nos hemos embarcado 7 locos, Elías, Rafa, Luis, Paco, César, Jose y Yo.
5 Alicantinos y 2 Almerienses. Rafa alquiló una furgoneta para 9 plazas así que fuimos muy cómodos para el largo viaje hasta los Pirineos. Estábamos preocupados toda la semana por el clima, ya que se pronosticaba lluvia, sobretodo para el viernes, y nosotros teníamos pensando salir el viernes por la noche. Cuando llegamos al aparcamiento donde dejaremos el coche, está lloviendo fuerte, y el acceso al refugio de salida es por sendero muy empinado, y de unos 15 min andando. Estaríamos en la furgoneta bastante tiempo esperando a que amainara la lluvia y al final, viendo que pronto anochecería decidimos subir con lluvia. Una subida bastante complicada ya que el sendero estaba embarrizado y con las raíces de los árboles superficiales debido a la erosión de tanto pasar por encima. Las raíces estaban muy resbaladizas por la lluvia así que tuvimos que ir con mucho cuidado, aunque esto sería la tónica de toda la noche.
5 Alicantinos y 2 Almerienses. Rafa alquiló una furgoneta para 9 plazas así que fuimos muy cómodos para el largo viaje hasta los Pirineos. Estábamos preocupados toda la semana por el clima, ya que se pronosticaba lluvia, sobretodo para el viernes, y nosotros teníamos pensando salir el viernes por la noche. Cuando llegamos al aparcamiento donde dejaremos el coche, está lloviendo fuerte, y el acceso al refugio de salida es por sendero muy empinado, y de unos 15 min andando. Estaríamos en la furgoneta bastante tiempo esperando a que amainara la lluvia y al final, viendo que pronto anochecería decidimos subir con lluvia. Una subida bastante complicada ya que el sendero estaba embarrizado y con las raíces de los árboles superficiales debido a la erosión de tanto pasar por encima. Las raíces estaban muy resbaladizas por la lluvia así que tuvimos que ir con mucho cuidado, aunque esto sería la tónica de toda la noche.
Refugio LLuis Estasen, con Pedraforca al fondo:
Llegamos al refugio, cenamos y para de llover, así que decidimos salir esa misma noche ya que la previsión es que la probabilidad de tormenta vaya disminuyendo con el tiempo. Salimos muy abrigados, excepto Paco que para ser de Almería va en manga corta. Yo preparado para esta aventura, con zapatillas Salomon XTWings 3 nuevas para que agarren bien, pantalones Salomon Exo Wings Twinskin, camiseta térmica manga larga lurbel, chaqueta impermeable Salomon Bonatti, Buff de la xtreme lagos de Covadonga, cinta para la cabeza Lurbel, frontal Led Lenser H7, pantorrilleras hoko y guantes del Decathlón. Todo me fue de maravilla a excepción de los guantes, que se mojaron rápidamente y tenía las manos más frías con ellos puestos que sin ellos, está claro que lo barato sale caro. También llevé suplementos alimenticios de la marca 226ERS, comprados a mi amigo Iván de 100millas.com, que se portó de maravilla.
A las 22:30 estábamos todos en la puerta del Refugio para comenzar nuestra aventura. Nos echamos las fotos de rigor y emprendemos la marcha. Para mí es la primera vez que corro toda una noche, y encima en pleno Pirineo, habiendo estado todo el día lloviendo y con muchas probabilidades de que nos llueva algo más. Para más preocupación, siendo de Almería como soy, nunca había corrido bajo la lluvia, así que era más que probable que me estrenara en las dos cosas al mismo tiempo.
Empezamos a correr en bajada, y desde un principio el recorrido es espectacular, senderos estrechos, por medio de bosques muy espesos, rodeados de agua por todas partes. Pero tenemos que ir muy despacio y controlando mucho ya que el terreno está muy resbaladizo. Pronto empezamos a pasar por zonas complicadas, teniendo que sortear arroyos de agua que bajan con fuerza debido a la lluvia de las horas previas. Aquí empiezan la primeras caídas, una de ellas que nos asusta bastante ya que Elías resbala al pisar una roca mojada y cae en un riachuelo, sumergiéndose en el agua hasta el cuello. Nos asustamos bastante y lo ayudamos a salir, menos mal que solo tiene unos rasguños, pero solo llevamos poco más de una hora y ya está totalmente empapado.
Seguimos avanzando y conseguimos llegar al primer refugio, el de Gresolet, que estaba cerca del Estasen. Según mi gps a 3,44 km, con un ascenso de 107 m y un descenso de 544 m. Fijaros si eran malas las condiciones de los senderos que tardamos en recorrer esta distancia, en su mayoría de descenso, 1:10 h. Aquí rellenamos agua, sellamos el pasaporte y continuamos la marcha.
Ahora recorreremos un tramo precioso, con menos agua y bajo un cielo totalmente despejado, en el cual se podía ver multitud de estrellas. Era tan espectacular que paramos unos segundos, apagando nuestros frontales, para contemplar todos en silencio tal belleza, bajo un silencio absoluto. Después de disfrutar de este momento de calma, vino la tempestad, ya que nos metimos en una zona en la que había muchos torrentes de aguas muy turbulentas que cruzaban por nuestro itinerario, así que aquí no tuvimos más remedio que meter los pies en el agua, que en algunos casos nos pasaba de las rodillas. La verdad es que fue algo espectacular ver tanta agua, aunque bastante peligroso, pero que realizamos sin ningún percance, algo digno en gente como los de Almería que entrenamos en montañas muy secas sin gota de agua. Tanta agua y tan malas condiciones nos hicieron ir muy lentos, siempre pensando donde cruzar mejor, y pasando uno a uno con mucho cuidado.
Seguimos avanzando y conseguimos llegar al primer refugio, el de Gresolet, que estaba cerca del Estasen. Según mi gps a 3,44 km, con un ascenso de 107 m y un descenso de 544 m. Fijaros si eran malas las condiciones de los senderos que tardamos en recorrer esta distancia, en su mayoría de descenso, 1:10 h. Aquí rellenamos agua, sellamos el pasaporte y continuamos la marcha.
Ahora recorreremos un tramo precioso, con menos agua y bajo un cielo totalmente despejado, en el cual se podía ver multitud de estrellas. Era tan espectacular que paramos unos segundos, apagando nuestros frontales, para contemplar todos en silencio tal belleza, bajo un silencio absoluto. Después de disfrutar de este momento de calma, vino la tempestad, ya que nos metimos en una zona en la que había muchos torrentes de aguas muy turbulentas que cruzaban por nuestro itinerario, así que aquí no tuvimos más remedio que meter los pies en el agua, que en algunos casos nos pasaba de las rodillas. La verdad es que fue algo espectacular ver tanta agua, aunque bastante peligroso, pero que realizamos sin ningún percance, algo digno en gente como los de Almería que entrenamos en montañas muy secas sin gota de agua. Tanta agua y tan malas condiciones nos hicieron ir muy lentos, siempre pensando donde cruzar mejor, y pasando uno a uno con mucho cuidado.
De esta manera conseguimos llegar al siguiente refugio, el Sant Jordi. Este tramo desde el Gresolet fueron 15,14 km, con un ascenso de 1058 m y un descenso de 754 m, en los que invertimos un tiempo de 3:41 h. Poco antes de llegar al refugio pasamos por una fuente, pero no me echo agua porque estamos cerca del refugio y pienso que allí será mejor. Mala decisión porque al llegar al Sant Jordi, este está cerrado y la única fuente que hay está rodeada de una laguna de la lluvia. El sello está en la puerta así que sellamos, comemos un poco y queremos salir, pero como somos tantos, algunos son más lentos y al final estamos parados en la puerta de este refugio casi 28 min, demasiado tiempo y yo ya estoy desesperado por continuar. Encima empieza a llover, pero no tenemos más remedio que continuar.
Sant Jordi:
Seguimos avanzando, yo casi sin agua, mientras vamos recorriendo senderos ya más corribles, pero en los que nos perdemos varias veces debido a la unión de la noche y la mala señalización de la ruta, pero que solventamos al ser un buen número de personas y entre unos y otros no tardábamos demasiado en encontrar el camino nuevamente, aunque en algún caso costó bastante, y eso que Rafa y yo llevábamos el track cargado en el Suunto Ambit2, y Elías lo llevaba en su garmin de muñeca y en un garmin de mano con mapas y todo. A trancas y barrancas conseguimos llegar al siguiente Refugio, el de Rebost, pero nuevamente nos perdemos justo antes de llegar ya que el sendero que da acceso al refugio está escondido detrás de unas vacas que descansan plácidamente en el.
Refugio de Rebost:
En este tramo recorremos 11,11 km, con un ascenso de 841 m y un descenso de 770 m. tardando 2:55 h. Ya está amaneciendo y hace mucho frío, así que solo pienso en el café y bocata que me voy a meter en el refugio, pero para nuestra desgracia el refugio estaba totalmente cerrado, ni un solo porche donde cobijarse. Son casi las 7 de la mañana, y nosotros pensábamos que los refugios abrían todos por norma a las 6:30. Pasan de las 7 mientras intentamos comer un poco y el refugio sin ninguna señal de vida. Este creo que fue para mí el peor momento de la ruta, ya que a estas horas es cuando más frío hace, estoy empapado y tengo un frío tremendo, tanto que me cuesta llenar mis botes con agua ya que estoy tiritando mucho. Para colmo vuelve a pasar como antes, y algunos tardan mucho en ponerse en marcha, así que cuanto más tiempo estoy parado, más frío tengo y peor lo paso. En total estuvimos más de 21 min parados, así que al final no pudimos esperar más y Elías, Paco y yo seguimos adelante sin esperar a los demás. Al poco rato de empezar a trotar se me quita el frío, excepto en las manos debido a que los guantes son malos y tengo que quitarmelos ya que paso más frío con ellos puestos que sin ellos.
Refugio de Rebost:
Ahora toca una fuerte ascensión al punto más alto de la carrera, el Refugio Niu de l'Aliga (2510 m). En este tramo recorremos paisajes alpinos impresionantes, que jamás había visto en directo algo similar en mi vida, me recordaba a muchas imágenes que he visto del Mont Blanc. Vamos juntos los tres de cabeza, pero en un momento dado Paco se adelanta, y Elías y yo continuamos ascendiendo y alucinando con la maravilla que vemos ante nuestros ojos.
Conseguimos llegar a una cima y la imagen es abrumadora. Al frente vemos una inmensa cresta, por donde discurre el sendero que debemos seguir, y al lado izquierdo un barranco casi vertical, y pegado a el el refugio Nido del Águila, el más espectacular de todos. Por fin llegamos y este está abierto, con un buen servicio de cafetería donde me tomo un buen café y un bocadillo de jamón y queso que me supo a gloria. Son las 9:25 de la mañana, hemos recorrido en este tramo 6,4 km, con un ascenso de 950 m y un descenso de 57 m invirtiendo para ello 1:50 h. En este refugio estamos bastante tiempo ya que comemos, nos cambiamos de ropa y esperamos a que lleguen los demás. Cuando los demás llegan, nosotros ya estamos listos, qué gloria estar con calcetines y camiseta secos. Paco quiere continuar sin esperar más, ya que ya hemos perdido mucho tiempo en los refugios, Elías tiene ganas de seguir pero decide quedarse con el resto, y yo, pensando que al ritmo que van no llegaríamos a completar la ruta en menos de 24 h, decido seguir con Paco. Me fastidia bastante esta decisión, pero he entrenado muy duro este verano para este objetivo y para mí era importante llegar en el plazo, aunque no se si algún día llegaré a usar o no los puntos para el UTMB, pero era solo por amor propio de finalizar en el tiempo y salir en la lista, aunque no se si mereció la pena, a tenor de lo sucedido más adelante, pero a lo hecho pecho, como se suele decir.
Refugio Niu d'Aliga:
Continuamos Paco y yo, mientras los otros desayunan y descansan un poco. Ahora nos viene una gran bajada, al principio sin árboles debido a la altitud, pero que poco a poco se iba introduciendo en un gran bosque que me hacía olvidar todo el sufrimiento. A estas alturas, con unas 12 h ya sin parar de patear los Pirineos, aún estoy disfrutando como un niño en un parque, disfrutando de las vistas espectaculares y de la fauna, como los caballos que había pastando plácidamente.
Voy muy agusto bajando, aunque tranquilo, demasiado para Paco que tiene que esperarme. En un momento dado, lo veo que se para y me dice que saque la cámara, algo raro en el que le gustan poco. Resulta que tiene delante un precioso Rebeco (Rupicapra rupicapra). En el vídeo al final de la crónica se puede apreciar delante de Paco, pero como la Gopro es de gran angular, se ve muy lejano.
Voy muy agusto bajando, aunque tranquilo, demasiado para Paco que tiene que esperarme. En un momento dado, lo veo que se para y me dice que saque la cámara, algo raro en el que le gustan poco. Resulta que tiene delante un precioso Rebeco (Rupicapra rupicapra). En el vídeo al final de la crónica se puede apreciar delante de Paco, pero como la Gopro es de gran angular, se ve muy lejano.
Seguimos bajando y bajando, con alguna pequeña subida, a buen ritmo, hasta que en el km 45,3 nos encontramos con un descenso muy fuerte, con mucho barro resbaladizo en el que Paco que no lleva bastones se cae varias veces. Seguimos bajando por la fuerte pendiente y ahora nos viene un trozo con mucha roca, donde hay que agarrarse para bajar. En total bajamos 524 m del tirón, en apenas 3,5 km y con unas condiciones del terreno pésimas, unido a que llevamos más de 14 h de lucha por estas impresionantes montañas, pero no nos doblegan, y seguimos avanzando.
Llegamos al siguiente refugio, el Serrat de les Esposes. En este tramo hemos recorrido una distancia de 14,5 km, con un ascenso de 466 m y un descenso de 1453 m, tardando para ello 2:39 h.
Refugio Serrat de Les Esposes:
Al ir solos Paco y Yo, perdimos muy poco tiempo en este refugio, poco más de 8 min, y nos dio tiempo a sellar, reponer agua, comer un poco e incluso hablar con unas chicas que flipaban cuando les contábamos lo que estábamos haciendo y a la hora que habíamos comenzado.
A partir de aquí ya no tengo buenos datos del gps, ya que mi suunto estaba casi sin batería debido a que al llevar cargada la ruta consume mucha batería, así que en poco tiempo me quedaría sin navegador, algo que me dio más de un disgusto.
Ahora la ruta se vuelve más llevadera, con el terreno más seco y menos desnivel, pero Paco va muy fuerte y yo le digo que si quiere terminar pronto que se vaya que yo sigo solo. El no se decide pero cada vez me saca más ventaja. Al final lo pierdo de vista. Llego a un punto en el que las marcas cada vez se ven peor, tengo que pararme a menudo para asegurarme de que voy por buen camino, y pierdo las marcas en varios momentos. Consigo llegar a una pista y veo a mi derecha a lo lejos una piedra marcada, voy hacia allí y ya no veo más. Empiezo a dar vueltas y vueltas y no consigo encontrar más marcas, corro para un lado, me doy la vuelta, para otro, y nada, no encuentro marcas. Me empiezo a mosquear cuando de repente veo que se acercan dos hombres que van trotando, les pregunto y son de la zona y me indican hacia donde está el siguiente refugio, menos mal porque iba en dirección contraria. Al fin consigo encontrar las marcas y continúo mi camino. Voy tranquilo, pensando que Paco ya debe estar lejos, me relajo y digo, yo termino solo a mi ritmo sin problemas ya que me quedan solo dos refugios y muchas horas por delante. Así llego al siguiente refugio, el Cortals d'Ingla. No veo a Paco así que pienso que habrá decidido continuar a su ritmo. Me siento, sello el pasaporte y me pido un bocadillo, ya que son casi las 2 de la tarde. Me como el bocadillo rápidamente y continuo. El bocata me sienta de maravilla y voy muy bien, sorprendentemente sin demasiado cansancio, y nada de sueño, para llevar ya 16 h bregando. Voy animado pensando que es probable que haga menos de 20 h, pero pronto se me va todo el ánimo, y es que llego a una zona en la que no encuentro señales. Empiezo a buscar en todas direcciones y nada, no hay manera. Empiezo a desesperarme, incluso maldiciendo en voz alta yo solo, acordándome de los organizadores de esta travesía, con tan mala señalización. Al cabo de muchos minutos de desesperación ecuentro una señal, pero muy desgastada, cuando las señales normalmente parecen como recién pintadas. Sigo adelante y me cuesta encontrar otra. Así me tiro muchos pero muchos minutos, buscando señales, que de vez en cuando aparece una muy borrada, que me hace temer lo peor, que sea una antigua ruta. Y es que voy por una zona sin ningún sendero, por donde circula agua y con mucha piedra. Sigo subiendo por lo que parece un barranco, hasta que al fin en la cima encuentro una señal buena, en perfectas condiciones, y más adelante se ven más, respiro ya tranquilo, y es que lo he pasado bastante mal. Estoy a punto de comenzar a correr en dirección a la siguiente señal cuando me parece escuchar la voz de Paco, me giro y veo a Paco y a Elías que suben por otro lado en mi dirección. Me sorprende muchísimo y cuando les pregunto resulta que Paco se perdió antes del refugio donde me comí el bocata y estuvo bastante tiempo perdido y se cruzó con el resto del equipo. Como Rafa iba bastante tocado, pensado que no iba a terminar, Elías decidió seguir con Paco. Según Paco, el del refugio le dijo que les llevaba unos 40 min de ventaja, así que debí perder esos minutos en este tramo infernal.
Continuamos los tres juntos unos km pero parece que no aprendemos y volvermos a separarnos. Primero se aleja Paco, y luego en un momento que paro yo a ponerme la chaqueta en un tramo que hay niebla se me va Elías. Continúo otra vez solo, por medio de niebla que no se ve nada, pero al menos el sendero esta bien marcado. Al fin dejo la niebla y me meto en un sendero precioso de bajada por bosque en dirección al siguiente refugio. Cuando veo donde está se me viene el mundo encima, está en lo alto de una montaña, así que tengo que bajar en la que estoy y volver a subir hasta ese punto. Por lo menos los paisajes son alucinantes y me entretengo viendo árboles, ríos, algún que otro senderista y en el último tramo muchos caballos y vacas.
Cuando llego al refugio y entro para sellar, me llevo la sorpresa de que está saliendo Elías, yo que ya lo hacía camino a nuestro refugio de salida y en el que dormiremos, el Estasen. Me comenta que se ha parado a comerse un bocata y Paco ha continuado solo. Salimos los dos juntos, nos espera una "pequeña" subida de 470 m y una bajada de 810 m en 12,64 km según la organización, ya que mi gps murió hace tiempo. Lo que en principio parecía una bajada llevadera, se me hace infernal, las piernas ya muy cansadas y la subida es muy fuerte, en zigzag, atravesando todo el peñón de Pedrafroca, donde se acabaron los árboles y la hierba, solo hay piedras y más piedras. Me cuesta horrores subir y veo que Elías tiene que parar de vez en cuando así que le digo que continue a su ritmo ya que todos estamos deseando acabar. Se lo tengo que decir varias veces hasta que al fin se aleja. A todo esto volvemos a meternos en una zona con mucha niebla, donde solo se puede ver lo que tienes en tus narices.
Cuando al fin consigo llegar al final de la subida, comienza la gran bajada final. Cualquiera pensaría que esto ya está hecho, deben de quedar menos de 10 km y todos de bajada, pero será la peor bajada de mi vida, en la que pasaré el peor momento de toda esta aventura. Al principio la bajada esta muy bien indicada y el sendero se ve perfectamente, se hace larga pero no es demasiado pronunciada y puedo ir trotando después de tantas horas. Voy animado pensando que después de cualquier curva aparecerá el refugio, pero este no aparece. Cada vez se me hace más larga la bajada y el recorrido es muy monótono, con prados llenos de vacas a las que ya no les hago ni caso. Hasta me llega a pasar algo muy raro, llego a tener la sensación de haber vivido todo ese trayecto ya antes, como en un sueño, creo que será por la falta de sueño. De repente me encuentro con una piedra con la señal de la cruz, que como cualquiera que haya recorrido senderos sabe que indica que no siga por ahí y lo raro es que es el único camino que hay, a mi izquierda y derecha solo hay prados llenos de vacas enormes. Empiezo a buscar alguna señal y no la encuentro.
A todo esto hay que añadir que la niebla es muy espesa y no se ve a pocos metros. Empiezo a andar en círculos, hasta que veo en medio del prado, junto a las vacas, y rodeado de cardos, una piedra con la señal pintada, pero no hay ni rastro de sendero ni de haber pasado mucha gente por allí. Como no tengo otra opción voy hacia allá, un poco más adelante hay otra señal, y ya no encuentro ninguna más. Sigo en linea recta, campo a través y no hay señal por ninún sitio. Voy en hacia la izquierda, nada, hacia la derecha, nada, empiezo a desesperarme y vuelvo a blasfemar en voz alta. Empiezo a subir y bajar, vuelvo al camino por el que venía, no veo nada más que esa señal. Decido ir en línea recta hacia donde esta la señal y continuar recto. Al poco de estar corriendo y atravesar el prado alcanzo un sendero y decido seguir por el a pesar de no tener ni una señal. Este sendero me deja en una pista por la que pueden circular vehículos. Decido proseguir en el camino de descenso por la pista hasta que llego a un cruce con carteles. Rezo porque ponga hacia donde está el refugio pero nada, solo pone localidades lejanas. Es increíble que en medio de la montaña me pongan hacia donde está Barcelona y su distancia, y no pongan donde está el próximo refugio.
Continúo por la pista que va en descenso y al poco tiempo me llevo un gran susto. Oigo unos gritos desesperados de chicas. Miro hacia abajo y del bosque salen 3 dichas adolescentes muy jóvenes que salen corriendo en mi dirección al verme. Me cuentan que están perdidas y no saben ni dónde están, que iban en un grupo y se han perdido. Yo les digo que hay un refugio cerca y se ponen muy contentas, pero el problema es que yo también estoy perdido y no lo encuentro. Les digo que creo que está más abajo siguiendo este camino y que me sigan. Al principio piensan en seguirme pero luego deciden que no, supongo que por temor a no conocerme, aunque quedarse ahí solas no se yo. Total que les digo que si no encuentra su grupo bajen al refugio y yo sigo bajando, aunque no estoy muy seguro de si voy por la buena dirección. Sigo bajando, corriendo bastante a pesar del cansancio, se me hace eterna esta bajada y empiezo a plantearme que vaya por el mal camino y me esté alejando. Me doy la vuelta y subo otra vez, vuelvo a oír a las chicas que me están llamando desesperadas preguntando por el refugio, las alcanzo y les cuento que yo también estoy perdido total y mientras hablo con ellas se escuchan voces al fondo del bosque, que son de su grupo, se ponen de acuerdo para encontrarse así que yo continuo subiendo. Al fin se me ilumina algo en la cabeza y pienso que llevo en el móvil la app de correr que me marca la altitud, así sabré si estoy por encima o debajo del refugio. El móvil me marca que estoy 200 m más alto que el refugio así que decido volver a bajar. A todo esto decir que estaba sin cobertura y ni tan siquiera podía llamar al 112 ya que lo intenté para que me dieran las coordenadas del refugio y con una app de mi móvil habría llegado. Corro como un desesperado otra vez para abajo, vuelvo a ver a las chicas que me dan ánimos, y sigo bajando y bajando. Los metros parece que bajan muy lentamente hasta que me voy acercando a la altura del refugio. Cuando estoy un poco por debajo, veo las marcas del sendero pintadas en piedras dispuestas a modo de escalera así que sin pensármelo las sigo y me adentro en el bosque. Son ya las 20:30 pasadas y en medio del bosque se empieza a ver con dificultad, pero sigo sin sacar el frontal, desesperado por comprobar que este sea el sendero que me lleve al refugio.
Al fin subo hasta arriba y veo aliviado el ansiado refugio Lluis Estasen. Entro, entrego mi pasaporte, me lo sellan e inscriben mi nombe en la lista de los caballeros del viento que han logrado acabar esta dura prueba en menos de 24 h. Mi tiempo oficial fue de 22:25 h pateando los Pirineos. Podrían haber sido bastantes menos de estar el sendero bien señalizado, y de haber sido más rápidos en los refugios, pero ya da igual, he terminado esta gran ruta, con una gran experiencia que me marcará de aquí en adelante y me servirá para ir mejor preparado en próximas aventuras de este tipo, que seguro las habrá. Han sido muchas horas de disfrute, otras de sufrimiento, pero como siempre nos quedamos con lo bueno es seguro que pronto volveremos al ataque. Dar las gracias a todos los compañeros de esta gran aventura, son todos geniales y con muchos he vivido ya muchos retos. Decir que cuando llegué al refugio estaban allí cenando Paco y Elías, preocupados porque sabían que me iba a perder, ellos se perdieron también pero Paco se encontró con uno del lugar que le dijo el camino, y Elías iba con el gps. Por último, y para mayor alegría, decir que los 4 restantes llegaron al final en tiempo, muy justos (23:45 h) pero lo lograron, toda una hazaña teniendo en cuenta que dos no habían hecho nunca más de una maratón, y Rafa iba muy tocado, pero es que este Rafa es indestructible. Enhorabuena a todos.
A todo esto hay que añadir que la niebla es muy espesa y no se ve a pocos metros. Empiezo a andar en círculos, hasta que veo en medio del prado, junto a las vacas, y rodeado de cardos, una piedra con la señal pintada, pero no hay ni rastro de sendero ni de haber pasado mucha gente por allí. Como no tengo otra opción voy hacia allá, un poco más adelante hay otra señal, y ya no encuentro ninguna más. Sigo en linea recta, campo a través y no hay señal por ninún sitio. Voy en hacia la izquierda, nada, hacia la derecha, nada, empiezo a desesperarme y vuelvo a blasfemar en voz alta. Empiezo a subir y bajar, vuelvo al camino por el que venía, no veo nada más que esa señal. Decido ir en línea recta hacia donde esta la señal y continuar recto. Al poco de estar corriendo y atravesar el prado alcanzo un sendero y decido seguir por el a pesar de no tener ni una señal. Este sendero me deja en una pista por la que pueden circular vehículos. Decido proseguir en el camino de descenso por la pista hasta que llego a un cruce con carteles. Rezo porque ponga hacia donde está el refugio pero nada, solo pone localidades lejanas. Es increíble que en medio de la montaña me pongan hacia donde está Barcelona y su distancia, y no pongan donde está el próximo refugio.
Continúo por la pista que va en descenso y al poco tiempo me llevo un gran susto. Oigo unos gritos desesperados de chicas. Miro hacia abajo y del bosque salen 3 dichas adolescentes muy jóvenes que salen corriendo en mi dirección al verme. Me cuentan que están perdidas y no saben ni dónde están, que iban en un grupo y se han perdido. Yo les digo que hay un refugio cerca y se ponen muy contentas, pero el problema es que yo también estoy perdido y no lo encuentro. Les digo que creo que está más abajo siguiendo este camino y que me sigan. Al principio piensan en seguirme pero luego deciden que no, supongo que por temor a no conocerme, aunque quedarse ahí solas no se yo. Total que les digo que si no encuentra su grupo bajen al refugio y yo sigo bajando, aunque no estoy muy seguro de si voy por la buena dirección. Sigo bajando, corriendo bastante a pesar del cansancio, se me hace eterna esta bajada y empiezo a plantearme que vaya por el mal camino y me esté alejando. Me doy la vuelta y subo otra vez, vuelvo a oír a las chicas que me están llamando desesperadas preguntando por el refugio, las alcanzo y les cuento que yo también estoy perdido total y mientras hablo con ellas se escuchan voces al fondo del bosque, que son de su grupo, se ponen de acuerdo para encontrarse así que yo continuo subiendo. Al fin se me ilumina algo en la cabeza y pienso que llevo en el móvil la app de correr que me marca la altitud, así sabré si estoy por encima o debajo del refugio. El móvil me marca que estoy 200 m más alto que el refugio así que decido volver a bajar. A todo esto decir que estaba sin cobertura y ni tan siquiera podía llamar al 112 ya que lo intenté para que me dieran las coordenadas del refugio y con una app de mi móvil habría llegado. Corro como un desesperado otra vez para abajo, vuelvo a ver a las chicas que me dan ánimos, y sigo bajando y bajando. Los metros parece que bajan muy lentamente hasta que me voy acercando a la altura del refugio. Cuando estoy un poco por debajo, veo las marcas del sendero pintadas en piedras dispuestas a modo de escalera así que sin pensármelo las sigo y me adentro en el bosque. Son ya las 20:30 pasadas y en medio del bosque se empieza a ver con dificultad, pero sigo sin sacar el frontal, desesperado por comprobar que este sea el sendero que me lleve al refugio.
Al fin subo hasta arriba y veo aliviado el ansiado refugio Lluis Estasen. Entro, entrego mi pasaporte, me lo sellan e inscriben mi nombe en la lista de los caballeros del viento que han logrado acabar esta dura prueba en menos de 24 h. Mi tiempo oficial fue de 22:25 h pateando los Pirineos. Podrían haber sido bastantes menos de estar el sendero bien señalizado, y de haber sido más rápidos en los refugios, pero ya da igual, he terminado esta gran ruta, con una gran experiencia que me marcará de aquí en adelante y me servirá para ir mejor preparado en próximas aventuras de este tipo, que seguro las habrá. Han sido muchas horas de disfrute, otras de sufrimiento, pero como siempre nos quedamos con lo bueno es seguro que pronto volveremos al ataque. Dar las gracias a todos los compañeros de esta gran aventura, son todos geniales y con muchos he vivido ya muchos retos. Decir que cuando llegué al refugio estaban allí cenando Paco y Elías, preocupados porque sabían que me iba a perder, ellos se perdieron también pero Paco se encontró con uno del lugar que le dijo el camino, y Elías iba con el gps. Por último, y para mayor alegría, decir que los 4 restantes llegaron al final en tiempo, muy justos (23:45 h) pero lo lograron, toda una hazaña teniendo en cuenta que dos no habían hecho nunca más de una maratón, y Rafa iba muy tocado, pero es que este Rafa es indestructible. Enhorabuena a todos.
Enhorabuena Jose, veo que has vuelto a superarte, gracias a tu trabajo no se perderá en el olvido nuestras aventuras, que espero que sean muchas. Gracias Amigo.
ResponderEliminarCada aventura que haces y más tarde nos reflejas aquí, supera la anterior; lo vuestro no tiene límites! Qué grandes!!!!
ResponderEliminarPedro Gª Carrasco.
La crónica ha sido espectacular , al igual que en la de la Transvulcania , parecía que lo estaba viviendo en primera persona ,
ResponderEliminar!!! Eres un crack ¡¡¡
Pepe, estas hecho una bestia, que gran aventura, y la verdad yo me pierdo por esas montañas y me cago.
ResponderEliminarPaco Guazamara.