viernes, 12 de abril de 2013

Desafío Lurbel, El Calar del Río Mundo

   Este domingo día 7 de abril por fin hice mi primera carrera oficial del año, y es que entre unas cosas y otras no he podido hacer ninguna, ¡menudo comienzo de temporada! ha sido una maratón de montaña fantástica, sobre todo por el lugar,  la sierra castellana del Calar del Mundo, en la comarca de Sierra de Alcaraz (Albacete), en el Parque Natural Los Calares del Río Mundo y de La Sima. Todo este paisaje es moldeado por el río Mundo, principal afluente del río Segura. Etimológicamente, "Mundo" no procede del sustantivo referente a "mundo" (del lat. mundus), sino del adjetivo "mundo" (lat. mundo), antónimo de "inmundo": "limpio, lavado, claro..". Su nacimiento se encuentra en un lugar turístico llamado Los Chorros del río Mundo, al que acuden muchas personas para ver sus cataratas y su profunda cueva, considerada la más importante de la mitad meridional peninsular, con 50 km de galerías, desde donde se precipitan los chorros por un farallón de más de 300 m de altura. El volumen de agua de las cataratas es muy variable y puede ser escaso en tiempo de sequía. Pero el fenómeno es singular, debido a que está conectado con un acuífero de tipo kárstico, que produce estas bruscas variaciones estacionales, denominadas también, surgencias en "Trop plein". La mejor época para visitarlas es la primavera, en las fechas cuando se produce espontáneamente una explosión extraordinaria de surgencia de agua; fenómeno kárstico curioso y popularmente conocido en la zona como el "Reventón", que por suerte en estos días está en su máximo esplendor debido a la gran cantidad de lluvias caídas últimamente, batiendo récord de agua. El agua surge de una gruta natural a gran altura, desde donde el agua cae a través de una espectacular cascada de 100 metros de altura. No solo es espectacular la cascada del propio nacimiento, sino que a continuación se suceden una serie de cascadas que hacen del entorno un espacio sin igual.
   Los farallones calcáreos, las cascadas rodeadas de pinos, robles y avellanos, hacen de este paraje uno de los más bellos que podamos ver.

   Foto tomada el día anterior que aprovechamos para ver la cascada con calma.
   
     En esta ocasión correré acompañado de, mi amigo y últimamente compañero de varios entrenos, Pedro. El está más entrenado en bici y correr en llano y nunca ha corrido en montaña así que estrenarse en una maratón de montaña con 4420 m de desnivel acumulado dice mucho de su valentía. Debido a su poca experiencia en correr por montaña yo pensaba que iba a sufrir mucho, y que yo tendría que animarlo y esperarlo, pero nada más lejos de la realidad y ha sido más bien al revés. Me ha sorprendido mucho como se ha portado adelantando a muchos corredores de montaña expertos, Pedro eres todo un campeón.
   La semana anterior a la prueba las previsiones meteorológicas eran de mucho frío y de precipitaciones con nieve el sábado anterior, así que estábamos acojonados y nos llevamos dos maletas cada uno cargadas de ropa. Por suerte al final el tiempo cambió y el sábado, aunque hizo bastante frío, no hubo ni una gota de agua ni de nieve. 
   La tarde de antes fuimos a recoger los dorsales y ver un par de charlas muy interesantes, una de nutrición impartida por Jesús Sánchez, campeón europeo de triatlón larga distancia, y otra de prendas compresivas, impartida por César Canales, corredor y médico.

   En la siguiente foto se puede apreciar todo el arsenal de guerra preparado.

   A las 8 de la mañana con una temperatura de 1º tiene lugar la salida en la plaza del ayuntamiento de la localidad de Riopar (Albacete). Pedro y yo vamos tapados hasta los ojos, con las 3 capas recomendadas para el frío, y es que para unos almerienses que no bajan nunca de los 10 º en sus entrenamientos, correr a 1º nos asusta. 
 
  
   Termina la cuenta atrás y nos dirigimos hacia el oeste recorriendo unos 800 m de asfalto en suave descenso por las calles del pueblo, hasta que cogemos una pista ancha entre cultivos donde empezamos a subir. Estamos en el punto más bajo del recorrido, 943 m. 
   A unos 1900 m de la salida, nos adentramos en el pinar y cogemos un sendero que empieza subiendo y termina bajando cruzando por debajo la carretera  CM-3204. Tras cruzar esta carretera, seguimos por un sendero que transcurre flanqueando el río y en el que hay un punto por el que tenemos que saltar por encima del río y en el cual mi compañero Pedro prueba por primera vez lo que es meter todo el pie en el agua helada.
   Llegamos hasta la localidad de Las Casas de la Noguera, la cual atravesamos y llegamos al primer avituallamiento, del cual solo hacemos uso del agua ya que aún no hemos hecho ganas de comer, ¡esto no ha hecho más que empezar!.
   Seguimos por el sendero que nos baja hasta el río que cruzamos por el puentecillo, en el km 5. Tras este puente recorremos unos pocos metros de pista y tomamos un precioso sendero que transcurre entre un espeso bosque y por el que baja abundante agua. Tenemos una fuerte pendiente positiva que nos obliga a andar con las manos en las rodillas durante 2,5 km ya que pasamos de los 948 m a 1430 m de altitud, lo que se traduce en un desnivel medio de casi el 20 %. Sobre la mitad de este sendero vemos a una vaca entre el bosque que nos llama la atención, aunque no será la única que veremos. 

   Aquí ya empiezo a sospechar en mi equivocación al subestimar a Pedro ya que el tío sube a muy buen ritmo. Mientras vamos subiendo no paramos de hablar y comentar cosas cuando el que va detrás de nosotros nos pregunta que de dónde somos, y es que ha identificado nuestro acento. Resulta que el tío (Elías) es del mismo municipio que nosotros (Cuevas del Almanzora) y hablando hasta coincidimos en el mismo colegio, ¡qué pequeño es el mundo! Nos tiramos un buen rato hablando y compartimos gran parte de la carrera juntos, una lástima no vernos en meta para haber compartido también una cerveza.

    Llegamos al km 7,5 donde tenemos el control de paso. Continuamos a la derecha por un sendero en bajada entre pinos y encinas y una vegetación exuberante, con humedad por todas partes. La espesura de la vegetación es tal que los rayos del sol no son capaces de atravesarla y yo pienso lo fantástico que debe ser entrenar aquí en verano, acostumbrado a mi lugar habitual de entrenamiento que no tiene ni un metro de sombra.

   Al finalizar la bajada, tenemos unos metros corriendo sobre llano, pero el recorrido nos lleva directos hasta el río sin haber ningún puente. Aquí la anchura del río es considerable así que no tenemos más remedio que cruzarlo llegándonos el agua hasta las rodillas, puff que fría que estaba, aunque pronto me olvido del frío y humedad en los pies ya que continuo corriendo sin parar.
  Llegamos hasta el aparcamiento de los Chorros en el km 10 donde se encuentra el segundo avituallamiento. Tras reponer fuerzas nos dirigimos al Mirador de los Chorros, subiendo por unas escaleras unos 125 m de desnivel, donde nos maravillamos al contemplar a la naturaleza en todo su esplendor ya que el famoso "Reventón" es todo un espectáculo que si no es porque la tarde de antes nos habíamos acercado Pedro y yo a verlo, me habría obligado a parar para contemplar esta maravilla de la naturaleza.
   
   Continuamos por el sendero hasta llegar a la carretera A-77 que accede al aparcamiento, la seguimos unos metros hasta llegar a un sendero donde tomaremos el Cordel de Andalucía que seguiremos hasta desviarnos hacia el sur por un sendero que busca la orilla del río y que nos llevará de nuevo a la localidad de Casas de La Noguera. A partir de aquí repetiremos el tramo de ascenso hasta el punto de control del chip, cosa que nos desagrada ya que psicológicamente nos machaca  el repetir itinerario. No comprendo bien el por qué de esto con lo grande que es esta sierra llena de senderos. Recorremos estos 5,5 km repitiendo itinerario hasta que al llegar al punto de control, esta vez en lugar de girar a la derecha giramos a la izquierda, dirigiéndonos ya por el Calar en un ascenso más moderado hasta el avituallamiento 3 en el Pozo La Bomba, Km 21,5.
   En esta ascensión al Pozo de la Bomba ya comenzamos a ver las cumbres nevadas hacia donde nos dirigimos, pisando lugares enfangados y llenos de barro que a estas alturas de la carrera ya cruzamos Pedro y yo como si lo hiciéramos todos los días.


   Después de reponer líquidos en la mochila y comer medio plátano nos dirigimos hacia la Cañada de las Yeguas, donde comienza la ascensión al techo de la prueba, el Pico Argel a 1698 m en el km 24,6. Esta parte tiene menos vegetación ya que a estas alturas los árboles son escasos, pero el paisaje es fascinante, con restos de nieve a nuestro alrededor, que por la pinta deberá estar hecha hielo, aunque no lo pudimos comprobar ya que no llegamos a pisar por nieve.
   Desde el pico las vistas son espectaculares, hacia donde se miren se ven montañas. Podemos contemplar la extensión de la plataforma kárstica que es el Calar del Mundo. Hacia el este queda el Molejón, al suroeste podemos ver el barranco de Tus y al oeste llegamos incluso a distinguir el pico de La Sagra nevado, sito en la provincia de Granada, no muy lejos de mi casa, increíble. La organización dijo que instalaría cuerdas en este pico, pero yo no las vi, aunque la verdad es que no me hicieron falta.
   Bajamos dirección a la fuente del Buitre. Desde esta fuente y bordeando por la parte alta de la Cañada de las Yeguas, regresamos al Pozo de La Bomba ya con más de 27 km en nuestras piernas. Aquí está el mismo avituallamiento que pasamos en la subida, ahora es el avituallamiento 4 donde nos dicen que si queremos agua la cojamos del río. Dicho y hecho, cogemos un vaso y nos agachamos para recoger el agua justo desde el nacimiento. Me sorprende lo buena y fresca que está.
 
   Después de esta anécdota a la que estamos poco acostumbrados los de secano, seguimos nuestra bajada volviendo a mojarnos los pies en el río, y más adelante llenarnos de barro al cruzar una zona enfangada en la que varias vacas pastan plácidamente, y que nos miran con cara de asombradas, no es para menos.
   Cruzamos el calar hasta el mirador sito sobre la Cueva de los Chorros realizando una pequeña ascensión, y comenzamos un nuevo descenso por la Cañada de los Mojones. Este descenso de algo más de 5 km lo disfruto mucho. Bajamos a buen ritmo pero lo mejor es cuando sobre el km 32 nos cruzamos con un numeroso grupo de senderistas, que nos animan y llaman por nuestro nombre, el cual llevamos impreso en el dorsal. El hecho de oír mi nombre animándome unido al precioso paisaje por el que discurrimos y a que vamos en bajada me anima tanto que casi vuelo en este tramo, es increíble lo que te puede recargar las pilas algo así.
   Llegamos hasta el puerto del Arenal, km 33,8 y 1143 m, donde cruzamos la carretera y seguimos animados por la gran cantidad de gente que está en esta zona habilitada para el esparcimiento. Continuamos subiendo por una pista ascendente hasta el avituallamiento 5, km 35.
   Comenzamos la ascensión al Padroncillo por un cortafuegos con gran pendiente que a estas alturas de la carrera pica en las piernas. Conforme vamos subiendo me voy acordando de la nota de la organización, que decía que debido a las últimas lluvias no se podría subir a la cumbre y se recortaría en 200 m tanto la subida como la bajada, y yo pensando que menos mal porque llevo los cuádriceps y gemelos que me van a estallar, y es que aún así subimos 200 m de desnivel en tan solo 900 m de recorrido. Por delante veo a Pedro como sube e incluso me saca distancia, menudo crack para ser su primera carrera por montaña, que capacidad atlética que tiene. En fila india y agachados con las manos en las rodillas vamos subiendo poco a poco hasta que por fin giramos para comenzar el descenso. Cuando voy descendiendo me da un amago de calambre en un gemelo, pero se queda en eso y es la primera carrera de más de 3000 m de desnivel acumulado en la que no sufro de estos temibles calambres. Sigo bajando poco a poco con la mirada puesta en el suelo cuando al levantar un poco la vista me sorprende lo que veo, y es una pierna ortopédica. Increíblemente y justo en el lugar más técnico de toda la carrera, me encuentro con un corredor que solo tiene una pierna y la otra es ortopédica al estilo Pistorius, y va bajando con gran dificultad y ayudado por un bastón y algunos corredores. El atleta es Juanjo López Esteve, el primer corredor paratleta de trail running en Europa.
   Por fin se termina esta bajada infernal y llegamos al avituallamiento 6, km 37,2 y seguimos por una senda de bajada suave que discurre por un bosque precioso de encinas y pinos en el cual no puedo evitar parar a contemplar el paisaje y echar un vídeo. Bajamos hasta el Campamento San Juan, donde cogemos la pista que nos lleva de regreso a la plaza del ayuntamiento de Riopar. Estos algo más de 2 km de pista me parecen interminables debido al agotamiento acumulado y a lo poco que me gusta correr por pistas, más cuando hemos recorrido tan bellos parajes.
   Al fin llegamos a meta, en unos 45 minutos menos de nuestro tiempo estimado, cansados y contentos a la vez por tan magnífica hazaña.
   Así acabaron nuestras zapatillas después de pisotear por terreno enfangado gran parte de la carrera:
   
   Y después de tanto esfuerzo, el merecido homenaje:


   En esta ocasión porté una cámara para hacer unas grabaciones, aquí el resultado:

Aquí un vídeo del programa "a la carrera" de TVE. En el minuto 1:55 sale Rafa Bodi, el cual aún no conocía. En el minuto 3:39 sale Pedro y un brazo mío, es lo que tiene ir tan rápido, jaja. En el minuto 21:07 salgo yo al fondo de azul, detrás del paratleta Juanjo López Esteve.


Y aquí un vídeo de un mini resumen del canal 9:


   En resumen ha sido una carrera espectacular, con unos parajes increíbles que a priori uno ubicaría en el norte de España. Sin duda de los mejores sitios por los que he corrido, a la altura de la maratón de los lagos de Covadonga, incluso en algunos aspectos me ha gustado más, como el hecho de haber tanto bosque y agua, aunque en general no llega a superar a la de Asturias, ya que aquella zona es preciosa, el trato al corredor inmejorable y la llegada a meta no se puede ni comparar. Además en Covadonga se juntaron varias  circunstancias que la hacen muy especial y por las que tendré siempre un gran recuerdo de ella.

   Añado este vídeo del reportaje oficial publicado tras la carrera:


  DATOS TÉCNICOS:

   Distancia: 42,21 km
   Desnivel acumulado total: 4400 m.
   Tiempo: 6h 17min.
   Puesto: 173 de 311 inscritos en la maratón.
   Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4275696
   Clasificaciones: https://www.dropbox.com/s/06r52fesvewpgtk/ResultadosIDesaf%C3%ADoLurbel.pdf

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1 comentario :

  1. Un crónica muy detallada, y amena JOSE, un placer conocerte el Pico Argel, los amigos de Elias son mis amigos y desde luego que fué casualidad que fuerais del mismo pueblo y encima al mismo colegio. En realidad, correr por Ríopar ha sido un buen sabor de boca para todoas. Por aquí por Alicante tampoco estamos acostumbrados a ver tanta agua así que estábamos igual de sorprendidos. Nos vemos en otra seguro, un abrazo.

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