miércoles, 17 de abril de 2013

CXM Trail Cara Los Tajos

   Este domingo día 14 de Abril hice mi segunda carrera competitiva del año y justo una semana después de hacer la primera, la maratón de montaña Desafío Lurbel, El Calar de Río Mundo cuya crónica se puede leer aquí. Estas dos carreras están a una distancia de casi 400 km y mientras que la primera rondaban las temperaturas de 1º a 9º, en esta serán de 14º a 23º, ¡qué cambio!. Después de hacer la dura maratón tenía mis dudas de si ir a Alhaurín el Grande (Málaga) ya que no soy partidario de hacer dos competiciones tan duras en dos semanas consecutivas, pero como ya estaba inscrito y con el dorsal pagado, dejé la decisión de hacerla para el sábado. Conforme pasaba la semana cada vez estaba más convencido de hacerla, solo tenía una secuela de la maratón, el tobillo derecho me molestaba debido a que lo fuerzo mucho porque inconscientemente todos los saltos más peligrosos los aterrizo con este, a consecuencia del esguince que me hice el verano pasado en el izquierdo.
   La carrera tiene la salida y meta junto al polideportivo de Alhaurín el Grande (220m de altitud). La hora de salida las 9 de la mañana. Las previsiones del tiempo eran buneas con temperaturas de 14 º en la salida y máximas de 23 º en meta, y no se equivocaron, hizo un día magnífico.
   Da comienzo la salida por carretera asfaltada en ascenso, que permite ir posicionándose y estirando el pelotón inicial debido a su 12 % de desnivel medio en sus 800 m de recorrido.
   Llegamos a la Cañá de las Palomas, que por su aspecto ha sido moldeada por las aguas que recogidas de la montaña, han discurrido por aquí durante seguramente millones de años, provocando una depresión entre la montaña. Este tramo es muy bonito, con gran vegetación, sobre todo arbustos, pero lo peor es el terreno, muy empedrado, al principio con piedras de gran tamaño y redondeadas, lo que confirma que ha debido de pasar mucha agua por aquí a lo largo del tiempo. Conforme subimos van disminuyendo las piedras hasta que ya corremos por un bonito sendero, siempre en ascenso, con algunas zonas en las que hay que superar grandes rocas.
   Seguimos por la cañada hasta su final girando a la izquierda por el carril del Chaparral, para seguidamente girar a la derecha para alcanzar la Senda Corral de Yeguas donde alcanzamos el primer avituallamiento, km 2,6, junto a la fuente del Acebuche.

   Tras beber un poco de agua, seguimos ascendiendo, llegamos hasta la Casa del Guardamonte, giramos a la izquierda y cogemos un sendero con fuerte pendiente y me alegro de lo  bien que me encuentro, por ahora sin ninguna dolencia de mi anterior carrera, e incluso voy adelantando a gente en esta pronunciada subida. A todo esto me adelanta alguien que me sorprende ver su calzado, una especie de alpargatas al más puro estilo minimalista de los indios taraumaras. Al mirarlo compruebo que es Francisco Contreras, hijo del ya famoso Super Paco, que sube con gran agilidad dejándome sorprendido obserbándolo.
Detalle del calzado de Francisco Contreras hijo.

   Seguimos subiendo por esta preciosa senda, entre enormes pinos y acebuches que cubren los rayos del sol, hasta llegar a su punto más alto (695 m) en el km 3,9. A partir de aquí nos encontramos con una serie de toboganes de subidas, bajadas y tramos llanos de lo más divertido y en donde más disfruto hasta que de repente los 3 corredores que van delante de mí frenan en seco debido a que hay un tronco atravesado en medio del camino, lo que me pilla de sorpresa y al parar en seco me tuerzo el tobillo derecho, y si, es el mismo que ya traía castigado del domingo anterior. Con la tirria que le tengo yo a los tobillos después de mi experiencia con el esguince, primero me asusto, aunque parece que no es muy grave y sigo corriendo con algo de dolor. Conforme sigo corriendo el dolor disminuye pero no cesa y llevaré esta molestia durante toda la carrera. Esto me hace bajar el ritmo, así que en esta bajada pronunciada que llevamos ahora hay varios corredores que me adelantan.
   Llegamos al llano del Bosnio (km 5) que atravesamos para seguir una senda con una peligrosa bajada que nos lleva hasta el segundo avituallamiento, km 6.
   Seguimos la bajada siguiendo una senda que bordea la sierra por su parte más baja, teniendo unas vistas preciosas del pueblo.
   Llegamos al km 7,7 y 332 m de altitud. Empezamos la segunda subida. En esta subida cogemos un carril denominado Iván Ortíz, supongo que en honor al campeón que hoy corre con nosotros. Este tramo es precioso, según dicen de los más bonitos de toda la Sierra de Mijas, con un bosque muy espeso que no deja pasar los rayos del sol, cosa que a estas alturas de la carrera agradecemos. Tiene unos 4,4 km de subida al 14% de desnivel medio, en los que alterno andar y trotar.
   Atravesamos el Carril de la Bola donde nos encontramos con el tercer avituallamiento (km 8,7), en el cual reponemos fuerzas para seguir con esta larga subida.
   Seguimos subiendo sin descanso hasta el cuarto avituallimiento en el km 12,4 a 978 m, con lo cual hemos hecho una subida sin tregua de unos 650 m.
   Continuamos por el sendero de la izquierda denominado Cancha Garrayo, ya en bajada y con un letrero amenazador.
   Este letrero, unido al incremento en el número de efectivos de protección civil me acojona un poco y no es para menos. Nos enfrentamos a una bajada muy técnica, con gran pendiente, curvas en zigzag y para colmo con mucha piedra suelta, lo que hace que extreme las precauciones ya que si aquí tropiezas no lo cuentas. Basta con observar la siguiente foto de por dónde discurre la senda.
   Después de esta bajada pobre en vegetación, nos adentramos en un bosque húmedo con varios toboganes de sube y baja continuos hasta llegar al km 14 donde cogemos el único tramo de carril que tiene la prueba. Estamos en el Carril del Caparral que recorremos en unos 1300 m en bajada suave que me viene de perlas para recuperar las piernas. 
    Llegamos al final de la bajada por carril (560 m) y cogemos un sendero (Vereda de las Canchas) a la derecha que es el comienzo de la última y más dura subida que nos llevará hasta el techo de la prueba (1128 m),
   Alcanzamos el 5º avituallamiento en el km 16,6, muy completo, hasta tiene geles, así que aprovecho para tomar uno y reponer líquidos, que me vendrá bien para la larga y fuerte subida que me espera. Un voluntario me cuenta que ya se han retirado muchos de la carrera, algunos por caídas, y yo pensando que espero que no se hayan caído en uno de los tramos peligrosos.
   Seguimos subiendo por una vereda con unas vistas impresionates de todo el Valle del Guadalhorce, muy verde por sus plantaciones de cítricos y sus pueblos blancos a la falda de la montaña.

   Cuando ya nos falta poco para alcanzar el techo de la prueba, vamos tan cansados que la mayoría no corremos y encima el viento pega fuerte de cara. Ya divisamos nuestro objetivo, el Pico Mijas (la Bola), pero el trayecto hasta alcanzar su cumbre se me hace interminable.
   Alcanzamos el 6º avituallamiento en el km 19,8, justo antes de alcanzar el pico. Aquí hay numerosos voluntarios que nos animan con efusión y nos dan indicaciones. Es de agradecer estos ánimos en esta última subida, donde las fuerzas empiezan a flaquear, aunque he de decir que los voluntarios han estado de diez en toda la carrera. Además, los avituallamientos han estado de diez también, como prueba la siguiente foto.

   Por fin llegamos al final de esta infernal subida, donde tenemos unas espectaculares vistas de toda la bahía de Málaga, África, el Monte del Calamorro, las antenas de Mijas, el Valle del Guadalhorce, e incluso hasta Sierra Nevada puede verse al horizonte.

   Tras disfrutar de las vistas, cogemos el sendero de la bola, cuyo comienzo es una bajada pronunciada de arena con piedras sueltas, que hace que nos deslicemos por ella con mucha precaución.


      Llegamos al llano del Puerto de la Encina donde nos encontramos el 7º avituallamiento en el km 21,7. Aquí cogemos el sendero de la derecha, el cual da nombre a la carrera, Sendero Cara los Tajos. Este es el más bonito de toda la carrera, muy transitado por senderistas. Aquí tenemos todo lo que nos gusta a los corremontañeros, bajadas técnicas, tramos muy corribles donde poder gastar las pocas fuerzas que nos quedan, zonas de bajadas en zigzag, en las que prestar bastante atención debido al alto peligro de despeñamiento, tramos por roca, dificultándonos el paso y obligándonos en algunos trepaderos a servirnos de nuestras manos, y cadenas como puntos auxiliares de apoyo, y pequeñas subidas para rompernos un poco el ritmo de la bajada.

   En todo este tramo tan vertiginoso, muchos pagan el desgaste de esta dura prueba ya que cada pocos metros me encuentro con algún corredor/a tirado en el suelo con fuertes calambres. Incluso en uno de los tramos más peligrosos tengo que pasar por encima de un corredor que está atravesado y no se puede mover del dolor. Esto me hace pensar que estoy haciendo bien las cosas, ya que yo siempre he sufrido en las carreras duras de los temibles calambres, y en estas dos últimas me he librado de ellos, en esta no he llegado ni a tener indicio de ellos.
   Tras dejar atrás a estos pobres con sus calambres, me tiro un buen rato corriendo totalmente solo, no veo a nadie por delante ni por detrás y si no es por la gran cantidad de balizas que ha puesto la organización, creería que me he perdido.
   Llegamos de nuevo a la Fuente del Acebuche (km 25,5) donde está el 8º avituallimiento. Seguimos hasta la “Casa del Guarda forestal”, donde cogemos una pequeña senda a mano derecha que nos lleva otra vez al tramo de subida del principio de la prueba (“Cañá de las Palomas”), el cual recorremos ahora como bajada. En esta última bajada ya tengo el tobillo muy castigado, me molesta bastante y tengo que ir con mucha precaución debido a la gran cantidad de piedras, cosa que hace que me adelanten bastantes corredores y es una lástima ya que voy muy bien de fuerzas pero no puedo arriesgar.
   Por fin me libro de este tramo de piedras y continúo por la carretera asfaltada, aumentando mi ritmo hasta superar los 16 km/h, que después del esfuerzo realizado no está nada mal. Entre ánimos y aplausos de la gran cantidad de gente que está esperando recorro este tramo eufórico. La llegada a meta espectacular, por un pasillo de entrada en meta muy adornado, lleno de gente aplaudiendo.
 
 
   Para colofón de esta gran carrera, una bolsa del corredor con bastantes regalos como una buena camiseta de manga larga, cinta para el pelo, aceite de oliva, miel, aceitunas, un rosco, bebida refescante ... Y sigo adelante y alcanzo una barra con cerveza, refrescos, patatas fritas y embutidos. Para colofón una gran paella que estaba buenísima y me recargó las pilas para la vuelta a casa. Decir aquí que todos los avituallamientos en carrera han sido magníficos con agua, isotónica, fruta, geles, dátiles, carne membrillo y dulces, y 8 avituallamientos para una carrera de esta distancia es todo un lujo.
   En resumen, una magnífica carrera, que para ser su primera edición no le ha faltado un detalle y a la cual no le puedo encontrar ni un solo error, con un trato al corredor exquisito, unos voluntarios que se han desvivido por ayudar y animar en todo momento y un recorrido espectacular, unido a un día magnífico en cuanto a climatología, ¡qué más se puede pedir!.
   Doy mis felicitaciones al Grupo Alpino Benalmádena por este gran curro que se han pegado, con tan buenos resultados.
   Pongo un vídeo promocional de la organización:

   DATOS TÉCNICOS:

   Distancia: 28,3 km.
   Desnivel acumulado total: 3800 m.
   Tiempo: 4:02
   Puesto: 125 de 400.
   Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4312539
   Clasificaciones: https://www.dropbox.com/s/p4zq2bil18z0pvt/caralostajos2013.pdf

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