jueves, 7 de marzo de 2019

Sierras del Bandolero, Bandolerita 2019



   Y llegó el día, por fin vuelvo a estar en esa línea de salida de Prado del Rey, dispuesto a correr las 50 millas, 81 km, del Ultra Trail Sierras del Bandolero en su versión "pequeña", la llamada Bandolerita, diminutivo que no hace justicia a esta gran prueba. Y es que tiene una hermana mayor, las 100 millas, prueba reservada para los muy locos, yo aún no he llegado a ese punto de locura jaja. Y digo vuelvo porque es mi tercera vez, la primera en 2015 con mi mejor resultado en un ultra (9 de la general) y a segunda en 2017 donde me retiré en el km 45 por diversos problemas, en un día de locura con fuerte lluvia y frío. Este año estábamos atentos a las previsiones, ya que es la zona que más llueve de España, y parece que la cosa pintaba bien. Las previsiones no fallaron y esa mañana el sol lucía radiante.


   Salgo del hotel que lo tengo junto a la salida y no me da tiempo ni a calentar, directo al corralito de salida. Me preocupa un poco no haber calentado ya que los 12 km hasta El Bosque son muy corribles y en descenso. Comenzamos a correr y el ritmo es frenético. De vez en cuando miro mi reloj para controlar no pasarme de ritmo y hay momentos que tengo que echar el freno porque voy por debajo de 4 min/km, y la carrera es muy larga. Aunque las piernas las tengo bien y eso me consuela, ya que he tenido durante las últimas 3 semanas, fuertes dolores en ellas cuando corría. Eso es algo que me ronda por la cabeza toda la mitad de carrera, el temor de no poder acabar por ir demasiado cargado de patas. Pero tiene que ocurrir algo gordo para que no acabe, voy totalmente dispuesto a acabar, llevo desde 2016 sin finalizar un ultra de montaña y eso lo tengo que cambiar hoy.
   Llego a El Bosque, km 12, en 55', 4 menos que en 2017. Puesto 40. A partir de aquí en 2017 fue un locura total, senderos llenos de agua, barro, resbalones... este año los senderos están totalmente secos, así que es una gozada correr por ellos. Hay muchísima vegetación que también nos alivia del sol que hace a estas horas, y es que la salida es a las 11:00.

Por los senderos del cerro Albarracín

      Me he planteado la carrera por tramos, el siguiente objetivo es llegar al próximo control en el Puerto del Boyar. Cuando voy acercándome, se escucha un tío con un megáfono sin parar de hablar y animar, lo cual me saca una sonrisa y me anima aún más de lo que ya voy. Al llegar al Boyar, es impresionante la cantidad de gente que hay, animando eufóricamente. Es una maravilla correr por estas tierras, que diferencia de ambiente con Almería, que somos tan sosos...


   Llego a el Boyar en 3h24', 1h4' menos que en 2017. Puesto 42, y lo mejor de todo, sin ningún problema y muy animado.

 

   A partir de este punto empieza la parte más complicada, la subida al Simancón y la temida bajada a Villaluenga del Rosario. En esta parte sufrí muchísimo en 2017, pasando mucho frío y haciéndome decidir abandonar la carrera al llegar a Villaluenga. Este año las condiciones climáticas son muy diferentes, hace sol, aunque con nubes intermitentes, y menos viento que ese año, aunque hace algo. Mientras voy subiendo escucho algo que ya he escuchado varias veces, a gente de la zona diciendo que prefieren las condiciones de 2017 a las de este año, y yo flipando, porque aquello fue una locura, por mucho que estés acostumbrado a la lluvia... además no hace tanto calor, yo voy super cómodo, y pienso, estos tendrían que correr en Almería de mayo a octubre, lo iban a pasar peor que yo allí en 2017 jaja. Además durante el recorrido se corre mucho por bosques muy tupidos que no te da el sol y donde yo entreno no hay ni un minuto de sombra. Total que yo estoy encantado de las condiciones que tenemos.
   Pero no todo iba a ser bueno, y durante la larga subida al Simancón empiezo a tener malas sensaciones, cada vez voy peor de piernas, me vuelven las molestias, que se convierten en dolor, ese dolor que he tenido últimamente, que pienso es por el entrenamiento tan intenso que he tenido, nunca había entrenado con tanta intensidad como estos últimos 3 meses. Intento evadirme de los dolores observando el espectacular paisaje que me rodea, muy montañero, unas montañas que sorprenden, con grandes mazizos de roca caliza con diversas formas esculpidas por el viento y agua durante milenios. Lástima no tener fotos por esta zona.


   Pasamos el punto más alto de la prueba, 1.500 m, y comienza la parte más técnica, con mucha roca. Aquí no me desenvuelvo demasiado bien y se nota los que son de la zona que están acostumbrados a este terreno, así que me adelantan varios. Voy bajando torpemente y me sorprende los pocos que me están adelantando, prácticamente hago todo el tramo hasta Villaluenga totalmente solo, sin ver a nadie, salvo los pocos que me han adelantado e incluso yo adelanto a alguno a pesar de lo torpe que me siento. Voy mirando mi Garmin pq mi objetivo era conseguir llegar a Villaluenga en menos de 6 h, y lo que parecía que se iba a cumplir sobradamente, cada vez lo veo peor porque avanzo muy lentamente a pesar de ir bajando. No recordaba lo mala que es la bajada final, imposible de correr, con fuerte desnivel y todo roca, algunas tan afiladas por la erosión que parecían cuchillos y si te caes aquí, puedes acabar mal.
Las vista de Villaluenga son impresionates

Por esta montaña tan vertical fue por donde bajamos al pueblo

   Al fin dejo la zona técnica y empiezo a trotar ya entrando en el pueblo. Llego a Villaluenga en 5h49', así que dentro de mi objetivo. Puesto 50. Aquí teníamos, por primera vez en la bandolerita, la posibilidad de dejar una mochila con ropa para poder cambiarnos y todo lo que quisiéramos meter en ella. Yo dudé de si dejar algo allí para no perder mucho el tiempo, pero Rubén me aconsejó dejarla y tomarme unos 10 minutos para comer, cambiarme y de paso aprovechar y cargar el reloj mientras. Al llegar veo a Ángel allí, que esta haciendo las 100 millas y ya viene de vuelta, lleva 120 km y le quedan los mismos que a mí. Me dice que está esperando a Pepe. Charlo que el y me dirijo a la comida.


 Empiezo a coger cosas, de todo, hay un gran avituallamiento, como se ven pocos. Me siento a comer y mientras estoy cargando el reloj. Me levanto varias veces a coger comida. Mientras tanto voy mandando audios a los amigos que se que me están siguiendo con mucho interés. Me lo tomo con calma ya que se que no tengo posibilidades de podium y además quiero descansar y tomar fuerzas a ver si las piernas se me recuperan un poco. Tengo mucho miedo de no poder acabar, que es mi principal objetivo. Así que van pasando los minutos y allí sigo, de vez en cuando miro los mensajes y me divierto bastante ya que los colegas se empiezan a tirar de los pelos, diciéndome que salga ya de ahí, jaja. Les mando foto del chocolate y torta, que también comí, y me tomo un café, jaja. Como me dijeron, aquello parecía una boda, la frase que más me divirtió fue la de Cervilla: "hay bodas que han durado menos" jajaja. 


   Al fin decido que ya está bien y me marcho, dejo a Ángel y Pepe allí. Que mérito tiene Ángel el tiempo que lleva allí esperando a su compañero. Ir con alguien que va mucho más lento que tú castiga mucho, lo sé por experiencia...


   Salgo de Villaluenga, y he estado allí 45 minutos! Ahora empieza una larga subida dirección a Grazalema. Como era de esperar tengo las piernas cargadísimas, me duelen muchísimo, así que subo andando, primero tranquilamente para reactivar la musculatura y poco a poco fui aumentado el ritmo, pero sin llegar a correr, ni en los tramos que podría, ya que me duelen mucho las piernas.

Vista de Villaluenga cuando me alejaba

 Llevo dos ibuprofenos y aún no he tomado ninguno. Siempre echo en las carreras y prácticamente nunca los tomo. En esta ocasión tengo claro que tomaré, pero quiero dejarlo para más adelante y que me haga efecto ya en la bajada donde espero poder correr. Cuando veo que ya me queda poco de subida, tomo uno. A esto que se me acerca por detrás un chaval que me suena su cara. Le pregunto y es quien pienso, empezamos a hablar y ya comienza el descenso a Grazalema. Seguimos charlando, el detrás de mi, y cuando me doy cuenta estoy corriendo sin demasiadas molestias. Empieza a oscurecer pero vamos apurando a ver si llegamos al pueblo sin tener que sacar el frontal. Llegamos a Grazalema y entramos en el avituallamiento, no sin antes recorrer las calles del pueblo llenas de gente animándonos eufóricamente. Al entrar en el avituallamiento, mando audio a las personas que se que me están siguiendo con mucho interés. En él informo de que he cumplido mi segundo objetivo, llegar a Grazalema sin encender el frontal. Y lo hago en 8h38', puesto 83, así que he perdido 33 puestos desde Villaluenga, la gran mayoría por el tiempo que estuve allí parado. Aquí paro lo justo para comer algo, hidratarme y llenar los depósitos de agua y salgo hacia la noche. Ya continuo solo y así seguiré toda la carrera. Me queda la última subida larga y luego es casi todo bajada. Pero aún quedan 31 km. Me sorprende comprobar que no me molestan demasiado la piernas, no se si será el ibuprofeno que me ha hecho gran efecto al no estar acostumbrado a tomar, o será la noche, o ambas cosas. Pero como veo que no me duelen las piernas y tengo fuerzas, las cuales no he notado perder en ningún momento, empiezo a animarme y corro, corro subiendo, corro bajando, por asfalto, luego pistas, luego senderos super estrechos, adelantando a mucha gente, sobretodo de las 100 millas que van los pobres fundidos. Yo animo a todos y cada uno de los que adelanto, algunos me responden, otros  no dicen nada, pero sigo animando a todo el que me encuentro. La noche es espectacular, se ha ido el viento, y yo voy sólo con la camiseta térmica de manga larga que me puse en Villaluenga. Llevo el cortavientos, buff y guantes en la mochila pero no me los pongo. Se nota que la temperatura es bastante baja pero como voy a buen ritmo no quiero parar ni abrigarme de mas que me haría sudar. Y así llego a Benamahoma, km 64 en 10h23'. Es raro, porque adelanté a muchos, y varios me dí cuenta que eran de mi misma carrera, sin embargo en la clasificación me pone que llegué en posición 83, igual que en Grazalema. Puede ser que algunos de los que iban detrás mía no pararan en el avituallamiento. Yo paré en todos, y comí en todos, tanto que no gasté nada de lo que llevaba en mi mochila, lo cual creo que hice bien, ya que a mi me da mucha energía comer comida de verdad, no geles y polvos, y tengo la suerte de tener un estómago a prueba de bombas, que no me da problemas. Esto creo que fue un factor importante para lo que pasó a partir de ahora, y es que seguí adelantando sin parar. Llegando a El Bosque, km 69, en 11 h justas y posición 76, así que adelanté a 7 de mi carrera en este tramo de 5 km. Este último tramo hasta El Bosque es precioso, nada más salir de Benamahoma entras en un sendero estrecho que discurre pegado al río, y vas todo el tiempo escuchando el agua que discurre fuerte, y lo cruzas por puentes estrechos en varias ocasiones, me encantó. Ya tenía un bonito recuerdo de esto del 2015.
   En El Bosque paro lo justo, pero también me adelanta un grupo de mi carrera que los adelanté yo antes y que ahora no paran en el avituallamiento, entre ellos la chica que va segunda. Pero no tardo en alcanzarlos y dejarlos atrás. Sigo corriendo y adelantando, y como siempre animando a todos, pensando que son de la larga. Pero por cómo me responden algunos intuyo que son de mi carrera. Alguno me dice que como es posible que tenga ganas de correr todavía, otros que adelanto subiendo me dicen que vaya patas llevo aún, y es que no paro a andar ni en las subidas. Fue una sensación increíble, ir con fuerzas después de tantas horas, y con ganas de correr. De vez en cuando miro hacia el cielo para poder disfrutar del espectáculo que tenemos encima y que el fotógrafo John Ortíz plasmó tan bien en sus fotos. Gracias a todos los fotógrafos por dejarnos esas instantáneas tan buenas que nos harán poder revivir esta gran aventura siempre.


   Al fin llego al asfalto de subida al pueblo. Una subida dura que pica después de más de 12 h luchando por esas montañas. Al principio me pongo a andar, ya que no veo a nadie por detrás e incluso andando adelanto a algunos corredores, pero al poco pienso que por qué ando si tengo fuerzas aún, y me pongo a trotar. Voy subiendo por esa cuesta empinada, sorprendido de poder trotar subiendo a estas alturas y emocionado, muy emocionado. Pensando en que ya no se me escapa mi tercer objetivo, terminar, y hacerlo antes de las 12 de la noche, que es cuando se va de meta Chito speaker, voy con margen de más de media hora. Y sigo emocionado, una emoción que me ha acompañado desde Grazalema, pensando en las personas que me quieren y que me están siguiendo, y sabiendo que se están alegrando de ver que me está yendo bien. Es lo que más me ha empujado a meta, el pensar en la gente que cree en mí y me está siguiendo preocupada todo el día.
   Llego a meta en 12:19 h, muy emocionado y sorprendido de tener una sensación que no había tenido nunca en una prueba tan larga, la de no estar deseando de llegar a meta, y de haber podido seguir corriendo bastantes km más. Allí me recibe el gran Chito, una alegría verlo como siempre. Mi posicón, 57 de 417 que tomaron la salida. He adelantado en este último tramo de 12 km a 19 de mi carrerra, increíble.




   Termino con la sensación de haber podido hacer aún mejor carrera, de poder bajar incluso de las 11 h de haber llegado con mejores patas a la salida. He llegado muy cargado, mucho, pero de todo se aprende. Además estoy contento, no me arrepiento de lo que hice, de la parada de Villaluenga, me sirvió para recuperar y además me lo pasé genial. Habrá mas oportunidades de luchar en puestos más avanzados, estoy convencido de ello.
   Como siempre, dar la enhorabuena a esta gran organización, no le puedo poner ningún pero, recorrido precioso, avituallamientos muy buenos y en cantidad adecuada, buena señalización, muchísimos voluntarios, y por supuesto, gracias a toda esa gente que nos animó tanto, siempre es un placer visitar esas tierras.


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4 comentarios :

  1. Enhorabuena! Qué emocionante todo. Encima te has quitado la espinita de la última vez. Sigue así

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    1. No había visto tu comentario hasta ahora, gracias Chelo!

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  2. Brillante y maravilla crónica de la carrera me ha encando está va ser la primera vez que la haga y estoy bastante agobiado jajaja,sobre todo x el tiempo atmosférico que nos decante la carrera y la equipación que llevarme si será suficiente o escasa si podrías darme algún consejo sobre esto te lo agradezco o bueno claro en general.
    Un fuerte abrazo campeón

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    1. Pues depende de la meteo, por lo último que he visto va a hacer bueno, estoy pendiente porque este año también la hago y si llueve en aquella zona es brutal, ya me pilló lloviendo fuertemente en 2017 y fue una puta locura. Si no llueve, pues con que lleves lo exigido por la organización vas bien.

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