viernes, 8 de abril de 2016

Desafío El Calar del Río Mundo 2016


   Un año más he vuelto a Riopar, Albacete, a correr por esas espectaculares montañas que tienen en la Sierra de Alcaraz, en el Parque Natural Los Calares del Río Mundo y de La Sima. Corrí las dos primeras ediciones y el año pasado decidí no ir. Este año he vuelto tras muchas dudas de que modalidad hacer, y es que mis amigos de Onil se apuntaron a la carrera más larga, la de 105 km. Elías y yo, que estamos en un período de sentar cabeza, no queriendo hacer burradas de tantas horas y priorizando la calidad a la cantidad de km, dudábamos entre la carrera de 65 y la de 45 km. Al final tiramos a la baja y nos decidimos por la de 45. Cuando llegué a Riopar, los amigos que hacían la larga (Rafa, Luís, César, Iván y Esteban) llevaban más de 12 h corriendo, y es que una cosa rara en esta prueba, es que ellos salían con más de 24 h de antelación que nosotros, con lo cual para cuando nosotros empezamos a correr, ya habían terminado. Con estos horarios tan diferentes, lamentablemente no coincidimos con ellos y no llegamos a verlos a pesar de estar alojados en la misma pensión. Una verdadera pena ya que me hubiera gustado echar un rato charla y risas después de la carrera, pero cuando terminamos Elías y yo, ellos ya se habían ido a casa.

   En esta ocasión no he llevado la gopro, ya que tengo un vídeo grabado de la edición de 2014 donde el recorrido es prácticamente idéntico y podéis ver en esta crónica (pincha aquí), además de que me encontraba en un momento de moral baja y no tenía mucho ánimo para ir grabando. Debido a esto último y a que Elías y yo tenemos planeado hacer la Vuelta al Aneto juntos en equipo, decidí que no quería correr solo y le planteé a mi compañero hacer la carrera juntos, algo que aceptó de inmediato y que ya había pensado el también. En la línea de salida me encontré con Jose Milagros, colega de Pulpí con el cual ya realicé gran parte de la prueba de 2014. Al comentarle que nosotros íbamos a correr juntos dijo que intentaría acompañarnos. 

   Comienza la carrera y como la montaña hace milagros ya que es donde mejor me encuentro, mi estado de ánimo cambia radical y comienzo a disfrutar de este bello deporte. Vamos los tres juntos regulando para no distanciarnos unos de otros. Elías que tiene mucha experiencia en ultras y mucha cabeza para controlar la euforia, nos impone un ritmo muy controlado, que en ocasiones se me antoja demasiado bajo, pero que más adelante agradeceré. El día es frío, pero no demasiado y pronto empiezo a pensar en quitarme el cortavientos, cosa que no tardo en hacer. Más adelante, cuando ya nos da el sol, tengo que quitarme también los manguitos y los guantes y empiezo a arrepentirme de haberme puesto mallas piratas. Que cambio con aquella primera edición donde no me quité el cortavientos en toda la carrera, y aunque es cierto que hizo más frío, también me he dado cuenta de que con los años me he vuelto mucho menos friolero, y pienso que ir muy abrigado repercute negativamente en el rendimiento.
    Vamos recorriendo senderos preciosos que no me cansaré nunca de ver, pasando por las Casas de la Noguera. Tras varias subidas y bajadas, llegamos al río el cual cruzados sin ninguna dificultad ya que estaba seco. Aquí me vienen recuerdos de aquella primera edición con mi amigo Pedro, de la cual tengo un gran recuerdo por el viaje los dos solos y hacer juntos toda la carrera, luego el haber conocido en carrera a Elías y también por las condiciones que tuvimos, y es que la carrera tuvo lugar después de un período muy intenso de lluvia con lo cual el río iba con mucha agua y tuvimos que cruzarlo con el agua por las rodillas.  La espectacular cascada del reventón estaba en pleno apogeo y según decían era uno de los años que más agua tenía. Luego todo el recorrido muy embarrado llegando a meta con las zapatillas llenas de barro. Eso para unos almerienses de secano fue algo muy novedoso y que nos gustó mucho. Para leer la crónica de aquella primera edición pincha aquí.
   Tras cruzar el río y pasar por el avituallimiento, subimos las escaleras que nos harán pasar al lado del impresionante salto de agua del reventón, con mucha menos agua que aquella primera edición, pero aún así no deja de sorprender.

   Continuamos por caminos y sendas hasta encarar la dura subida al Padroncillo, tan dura que tardamos media hora en hacer 2 km. Tras llegar a la cumbre, recorremos su espectacular cresta norte, ahora sin mucho desnivel, pero aún así a ritmo lento debido al terreno tan técnico lleno de rocas.





   La bajada también muy complicada, prueba de ello que hay 2 km que tardamos 20 min en bajarlos. Muchas rocas con huecos, en donde no podías despistarte lo más mínimo, de hecho Jose tuvo una caída en esta zona.
  Dejamos atrás esta parte técnica y continuamos disfrutando, recorriendo tan bellos parajes y siempre ganando posiciones, tanto bajando como subiendo, prueba de la buena gestión de la carrera que llevamos.

Campamento San Juan

   Así casi sin darnos cuenta llegamos al bello pueblo de Riopar Viejo, tras el cual viene la parte más dura de la carrera, enfrentarse a la larga subida a las crestas de las Almenaras, donde recorreremos los 3 km más técnicos y difíciles de la carrera. Al comienzo de esta subida Jose se queda rezagado debido a un bajón, y es que a esta subida hay que llegar muy entero para poder afrontarla con energía suficiente. Una lástima porque ya no lo volveremos a ver, habiendo hecho con nosotros gran parte de la carrera.






   Desde la cumbre de la Almenara, descendemos hasta el último avituallamiento y desde aquí una senda preciosa, toda de bajada hasta meta, en donde Elías tiene que sujetarme los caballos ya que se me van las piernas, y es que gracias a su gestión, he logrado llegar a este punto muy entero, sin ningún problema muscular y con fuerzas de sobra para afrontar los últimos 9 km.




   Llegamos a meta, y a pesar de haber hecho 45,5 km con 2600 m+ de ascenso, me han sabido a poco y termino hambriento de km. Habría podido seguir corriendo a buen ritmo unas horas más. No hay mejor sensación que acabar así una carrera, se que no lo he dado todo, pero acabar una carrera como en otras ocasiones, al límite, teniendo que ir muy por debajo de mi gusto debido a que los calambres me lo impiden, es muy frustrante. Además hacer toda la carrera en la compañía de un buen amigo, que hasta el mes pasado llevaba casi año y medio sin ver, es la mejor terapia que puede haber. Una lástima que Jose no pudiera acompañarnos hasta meta.


   Cruzamos en el puesto 37 de 166 llegados a meta, y en posición 12 de categoría.

   Contentos y satisfechos nos vamos al restaurante a darnos un homenaje en forma de chuletón y vino para reponer fuerzas.

   Track en movescount: http://www.movescount.com/es/moves/move99848404

   Track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12864640

   Clasificaciones: http://intercrono.es/gestion_clasificaciones/index/162

   DATOS TÉCNICOS:



4 comentarios :

  1. Buena crónica Jose, como siempre. Me alegra que al final disfrutaras la carrera. Nada como el deporte para animarnos. Un beso!

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    1. Gracias Chelo. Así es, este deporte nos ayuda mucho en la vida.

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  2. Muy buena crónica!!!.
    Como siempre un placer haber recorrido tantos kilómetros contigo.
    A por el Aneto compi!!

    Elias

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    1. Gracias amigo. En el Aneto será doblemente disfrute, ya que echaremos unas cuantas horas más por aquellos maravillosos parajes!

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