Búscame en la montaña: Extreme Filabres Trail

El domingo corrí una prueba espectacular en mi provincia, Almería. En concreto en el pueblo de Serón, que está en plena Sierra de los Filabres. Vino para participar mi amigo Elías desde Alicante, y pudimos ponernos al día pasando el fin de semana en Serón, ya que no nos veíamos desde que hicimos la Cavalls del Vent en Agosto de 2014. El recorrido precioso y a la vez muy duro. La prueba pertenece al campeonato de carreras por montaña de Andalucía, lo cual ha hecho que el nivel de los participantes haya sido muy alto. La carrera tiene una distancia que para mí es asequible (en principio eran 30,5 km aunque se alargó un poco más), no tanto como el desnivel (según organización 1725 m+ aunque esto también aumentó), que acaba provocándome calambres en las piernas ya que tiendo a no dosificar mi esfuerzo. La gran parte del ascenso se hacía al principio de la carrera, con lo cual lo más sensato conociéndome bien, era hacerla controlando. Y así fue, empecé subiendo fuerte pero controlando sin ir al máximo de mi capacidad, pero se que si fuerzo más tengo todas las papeletas de acabar andando con problemas musculares. Vamos subiendo sin apenas tregua, por pistas, senderos, campo a través y varios cortafuegos que se hicieron eternos y la musculatura cada vez sufría más. Hasta más o menos mitad de carrera podía divisar delante a Paco y Niko, pero en las subidas fuertes me sacaban mucha ventaja y al final los perdí de vista.

Llegamos al km 10 y alcanzamos los 1000 m+ de ascenso, toda una prueba a nuestras piernas. Tenemos un pequeño descanso de bajada suave y vuelta a subir hasta alcanzar la cota máxima de la carrera, 1940 m de altitud en el km 14,5 con un ascenso acumulado de 1478 m+. A estas alturas, a pesar de ir controlando, noto que el gemelo derecho intenta fastidiarme la carrera, así que temiendo que me pase lo de la Pinsapo Trail del año pasado, hago la bajada más lento de lo que podría ,controlando mucho la pisada para no forzar.

En esta zona alta de la carrera, tenemos neveros en las zonas más sombrías y la temperatura es bastante baja, aunque con la intensidad a la que vamos se nota poco y no preciso del cortavientos.

Soy alcanzado por la primera fémina, Encarni del club Hockey Alcalá, y a partir de aquí vamos más o menos al mismo nivel casi toda la carrera. Yo dejándola atrás en las zonas más corribles, y ella alcanzándome e incluso adelantándome en las zonas más técnicas. Más adelante, subiendo uno de los últimos cortafuegos que vuelven a poner a prueba mis piernas, nos alcanza la que va segunda en mujeres, Sonia del club La Senda de Málaga.

A partir de aquí pude disfrutar del duelo por la primera posición femenina hasta que en el km 24,5 en una bajada noto que el gemelo quiere subirse, así que decido parar para tomarme un ibuprofeno y descansar. A partir de aquí no volveré a verlas, pero el descanso me vino genial y conseguí afrontar la bajada corriendo suelto, aunque sin forzar lo que quisiera por si volvían los problemas. Aún así conseguí hacer varios km a poco más de 4 min/km y adelantar a varios corredores.

Pero el día nos guardaba una sorpresa, y es que llegados al km 30.5 que se suponía terminaba, estábamos en medio del monte, con lo cual la cosa se iba a alargar y yo ya notaba que de nuevo el gemelo quería darme el día. Al final, en los últimos metros antes de encarar la recta de meta, soy adelantado por un corredor en plena bajada corrible, lo cual indica lo justo que iba muscularmente ,que no de fuerzas, ya que en estos momentos suelo ir rápido y soy yo el que adelanta normalmente. Cruzada la meta, me salen 32,33 km y 1823 m+. 2 Km y 100 m de ascenso de regalo, en una prueba muy dura, más de lo que esperaba, en la cual invertí un tiempo de 3:57 h.