Hola, hoy os traigo una crónica no escrita por mí, si no por mi amigo Rubén. Es de su experiencia en la que es considerada la mejor maratón de montaña del mundo, la cual tuve la suerte de poder vivir, no desde dentro como me hubiera gustado, pero sí desde fuera, un recorrido y un ambiente espectacular. Os dejo con su crónica:
Buenas amigos, he titulado esta crónica así porque es la sensación que me queda después de lo que viví y sentí este pasado fin de semana en tierras guipuzcoanas, y que un poquito más adelante os contaré…
Buenas amigos, he titulado esta crónica así porque es la sensación que me queda después de lo que viví y sentí este pasado fin de semana en tierras guipuzcoanas, y que un poquito más adelante os contaré…
Todo
empezó como viene siendo habitual desde que corro ( año 2012 ), en el mes de
enero me preinscribí a
la carrera, sin mucha esperanza, ya que se sortean 250
plazas entre más de 7000 solicitudes…
Para colmo
de “males”, este año Zegama me pillaba justo en mitad de dos de mis pruebas “objetivo”
del 2.017, los “101 de Ronda” y los “100k de Santander”. Dos semanas después de
Ronda, y 3 antes de Santander…
Quizás fue
por eso por lo que no le presté la atención que una carrera de este tipo se
merece… imprimí el reglamento 2 días antes de la carrera, y fue ahí donde miré
el perfil.
La verdad,
y siendo sincero, después de la sensación del deber cumplido de Ronda, subí a
Zegama sin el hambre de kms necesaria para afrontar una prueba así, y pensando
más en llegar fino a Santander que en la propia Zegama.
Incluso
hubo unos días que barajé ceder el dorsal, ya que lo que en principio iba a ser
un finde de amigos, montaña y kms pareció convertirse por diversos problemas en
un finde con 20 horas de coche… Menos mal que a última hora, mi amigo Jose Cervellera
pudo subir conmigo, y repartir con el las horas de coche.
Salimos de
Roquetas dirección a Albizu el viernes por la mañana, sobre las 9:30, llegando
a destino después de un palizón de coche bueno sobre las 19:30. Llegamos a la
casa que habíamos alquilado ( Casa Rural Reparaz, menuda pasada de casa ) y
antes de las 21:30 ya estaba en la cama partiendo el colchón.
El viernes
nos levantamos pronto y a las 09:00 ya estábamos en Zegama disfrutando del
ambiente, cientos de corredores, decenas de furgos y caravanas, gente en
bicicleta… el paraíso de cualquier amante del deporte de naturaleza. Jose
quería hacer todo el recorrido de la Zegama, y yo en principio le iba a
acompañar, pensando en que sería un recorrido muy técnico y poco corrible, con
lo que mi intención era sumar horas de entreno y desnivel + para fortalecer
cuádriceps de cara a las carreras de 100k de asfalto en las que esa parte de la
musculatura sufre muchísimo.
Pero ahí
fue donde Zegama comenzó a sorprenderme, y es que la primera parte, hasta
llegar al Aizkorri es perfecta para correr, con mucho D+, pero ni un tramo en
el que yendo fuerte no se pudiera correr. Así que sobre la marcha cambié de
planes y en el km 12-13 ( un poco antes de comenzar la subida al Aizkorri ) le
di uno de mis bidones de agua a Jose y le dije que me daba la vuelta, que el
domingo se iba a correr mucho, y quería tener las piernas con algo de chispa.
El siguió el recorrido ( completándolo, aquí su crónica con un vídeo de los sitios más espectaculares de todo el recorrido: http://cervellera.blogspot.com.es/2017/05/zegama-aizkorri.html ) y yo regresé a Zegama.
Domingo
06:30, suena el despertador, desayuno de competición ( avena, café y batido de
soja de chocolate ), me coloco el mono de trabajo ( zapas Salomon S-Lab Ultra )
y nos dirigimos a Zegama. Llegamos allí sobre las 8:00 y nos vamos a zona de
salida… Allí coincido y hablo con Zaid y con los integrantes de la Selección
Andaluza ( carrerón el que hicieron ). Nos colocamos en 2º-3ª fila en la salida
y nervios a flor de piel… se respira algo especial, un ambiente espectacular,
cientos de personas animando y gritando…. “gallina de piel”. Salimos con
bastante puntualidad, y a un ritmo inferior a 3 min/km ( tanto es así que de
estar en la segunda o tercera fila paso por el primer control en la posición
170, y eso a pesar de que en la subida adelanté a bastantes ). Me sorprende que
no se formen tapones en la subida a pesar de su estrechez ( y es que aquí hay
nivel, y el que sale a 3:00 min/km también vuela subiendo ).
Pongo un
ritmo “cómodo”, sin pasar de 170 ppm, ( 165-170 ppm ), y llegamos al km 7 (
Otzaurte ) en 42 min ( a una media de 6 min/km y habiendo hecho ya mas de 500+.
Cruzamos la carretera y empezamos una preciosa subida que nos llevará en el km.
16 al alto de Aratz ( ya con unos 1400-1500+ ). Subo bastante bien, muy cómodo,
y cada vez con más moral ( ya que en las zonas de subida voy recuperando
bastantes plazas ). Llego al alto en 2:01, y bajo de una forma medio decente.
En seguida
está la Subida de Sancti Spiritu ( 2:21 ) y “QUE SUBIDÓN”…. Hay un pasillo de
personas animando durante toda la subida, dejando un espacio entre ellos en el
que a duras penas entra un corredor, me chillan, me animan, me jalean…. Me
llevan en volandas ( 182 ppm me marcó el Garmin ) al grito de Poliki, poliki….
( espero que signifique poquito a poco ) y algo parecido a “Osondo” ( esto
ultimo no tengo ni idea de que significará ).
Llego al
Aizkorri (1.528 m) por debajo de las 3h ( 2:58 ), y ya con casi 2.200+ de los 2750 de la
carrera. Los números que llevo en la cabeza se iban cumpliendo y veo muy a la
mano bajar de las 5h. Pero en ese momento empieza mi “calvario”…. Mucho
cresteo, bajadas con mucha piedra y zonas complicadas para un “rodador” como
yo. Pienso en el resto de objetivos de la temporada y pongo el chip en modo
precaución… Empiezan a adelantarme auténticos aviones bajando, me sacan mas de
1-2 minutos por km, pero no me cebo.
En la
bajada del Aizkorri llego a perder muchísimas plazas, pero mi objetivo era
seguir disfrutando del recorrido, de la gente y sumando kms a las piernas. Se
llega a una zona de llaneo antes de la subida al Andraiz (1.425 m.) y aprieto los dientes,
es mi terreno y toca correr ( vuelvo a recuperar 8-10 plazas en esos 4 kms. ).
Subo al
Andraiz con ritmo en las piernas, adelantando a más corredores, pero una vez
arriba me vuelve a pasar lo mismo, bajada técnica y modo “reservón” ( por no decir
cagón ).
Después de
unos kms mas técnicos se llega a una zona de pistas de tierra y hojas, mas
favorable para mí y vuelvo a meter chispa a las piernas con ritmos sobre 5
min/km. Voy contento porque aunque el objetivo de las 5h lo he dejado atrás en
las bajadas, veo factible el 5h15min.
Pero en el
último km, justo a 300 m. de llegar a las calles asfaltadas de Zegama me caigo,
y es una caída fea, me levanto y no me puedo mover. No puedo doblar la rodilla,
no puedo mover el hombro y tengo un dedo chorreando sangre…. Pienso lo peor (hombro dislocado), pero tras un par de minutos de susto empiezo a andar, un
poquito después a trotar, y un poquito mas adelante a correr….
Llego a
meta en 5h23, con 42,7k y 2751+, 164 ppm de media y 182 ppm de máximas, habiendo
disfrutado y sufrido de la montaña.
Ahora a
parar unos días para recuperar las heridas de guerra y a empezar a entrenar
para Santander…..
SIN DUDA ES LA CARRERA DE LAS CARRERAS ( sólo por
detrás de los 101, jajajaja…. )
VÍDEO:
Son términos vascos:
ResponderEliminarpoliki = despacio
osondo: muy bien