Aquí mi crónica de los 101 de Ronda de 2015, con sabor agridulce. La parte agria ha sido mi abandono por primera vez desde 2009 que llevo haciendo carreras. La parte dulce el poder disfrutar del triunfo de mi colega Rubén, llegando a meta el cuarto de la general a muy pocos minutos del tercero y alcanzando un segundo puesto en su categoría en esta dura prueba. Dura no por el desnivel pero si por los km y el calor abrasador que todos los años pone en jaque a los 7000 participantes. Le pedía a Rubén que me escribiera algo para ponerlo en mi crónica, pero como he visto que merece ser publicado a parte, aquí está su crónica.
Me apunté a los 101 km de Ronda organizados por la Legión sin ser una carrera de las mías, porque no pisa prácticamente montaña y es casi todo por pistas y asfalto, pero tenía una cuenta pendiente con esta carrera ya que fue mi primer ultra hace apenas dos años, la cual terminé aunque los últimos 30 km los hice andando invirtiendo un tiempo de 16:50 h (Aquí mi crónica, que lleva ya más de 4000 visitas). La temporada la empecé muy bien llegando a alcanzar un noveno puesto en el ultra del bandolero de 73 km, pero a partir de aquí empezaron mis problemas. Después de esta carrera tuve fuertes problemas de cervicales, todavía no estaba recuperado del todo de esto cuando empezó a molestarme más un bulto que notaba ya desde hace un par de meses en la planta del pie, a la altura del final de los metatarsos. Aún así podía correr y fui a la Pinsapo Trail. Después de esta, los problemas se acentuaron y ya no podía apenas apoyar el pie ni andando. El traumatólogo me dijo que era metatasalgia (inflamación de la cabeza de un metatarso) y la explicación que me dio fue que es por malos apoyos. Como tenía plantillas hechas por un podólogo pero que no utilizaba, decidí empezar a utilizarlas y la verdad es que con ellas no me molesta esto, pero al no tener tiempo de adaptarme a ellas me produjeron otro problema, una periostitis. Así que durante este último mes y medio la tirada más larga que he hecho ha sido de 19 km y con molestias. La cosa iba a peor llegando al punto de que el miércoles, tres días antes de la carrera, no pude correr ni 7 km.
Con estos precendentes, tenía claro que era imposible que hiciera 101 km, y decidí que no iba a correr después de ver como me fue mi último entreno. Pero como tenía pagado el dorsal y la casa rural, donde estaríamos juntos todos los colegas de la zona que nos apuntamos, conforme se acercaba el día me iba animando y decidí que al menos estaría en la salida para vivir el ambiente, y retirarme cuando llegaran las molestias, que presumiblemente sería pronto. Así que allí estábamos en la línea de salida todos, los del grupo Antenas Ultratrail Rubén, Carlos, Diego y yo, los 13 Runners Pies Negros Juande, Rafa, Luis y Ángel, Claudio el cuñado de Rubén, y Álex Amat.
Llegamos algo tarde al campo de fútbol y están dentro los de la bici, así que los marchadores hacen cola para entrar, una larga cola que tenemos que seguir para colocarnos los últimos, menos Rubén que como tiene objetivo de intentar podium se cuela para coger buena posición. Al entrar ya vemos a nuestro amigo Pedro Chito, el Speaker que está animando el ambiente. Este si que hizo una pedazo de ultra en la salida y luego en la meta, muchas horas sin parar de hablar, es un crack en esto.
Entramos y como podemos vamos avanzando posiciones ya que hay mucha gente delante y muchos van a hacerlo andando. Este es un gran fallo de esta y muchas carreras multitudinarias, debería haber cajones de salida según tiempos previos, porque es increíble que se pongan delante gente que va a salir andando, entorpeciendo a los que vamos a correr.
Empieza la carrera y Diego se escapa, lo cual me hace tener que avanzar como puedo entre la multitud para intentar alcanzarlo, cosa que no conseguiré hasta al menos 3 km después. En ese intento, me dejo atrás a Carlos y más adelante me alcanza. Al ver a lo lejos a Diego acelero para pillarlo y Carlos se queda atrás. De esta manera hago algún km en 4:19, algo que puede ser fatal en un ultra, aunque voy muy fuerte y además estoy casi seguro de que no la completaré. Cuando alcanzo a Diego continuamos juntos , pero hay momentos en los que yo me quedo atrás porque tengo que aflojar debido a que casi desde el principio voy teniendo algunas molestias en la pierna. Cuando aminoro el ritmo se me quitan y vuelvo a acelerar alcanzado de nuevo a Diego e incluso lo dejo atrás en algunas ocasiones. Así van pasando los km y voy sintiendo que tengo energía y ganas como para poder hacer un buen tiempo en esta carrera, pero se que no lo haré porque las molestias tarde o temprano irán a más. Así nos vamos acercando a donde teníamos la casa rural, Arriate, que era un posible punto de retirada si es que era capaz de aguantar 30 km, cosa que a priori veía difícil, pero que con la euforia de la carrera y el efecto dorsal, que en mi suele ser grande, parece que podría llegar. Diego se me escapa en el último avituallamiento donde me entretengo reponiendo carbohidratos. Afronto la bajada hacia Arriate, una bajada algo pronunciada y de asfalto, y siendo en las bajadas donde más molestias me vienen, en esta tan larga cada vez me duele más así que voy teniendo claro que me queda poco de carrera, pero al llegar al pueblo, lleno de gente animando y yo con la gopro grabando, cosa que a la gente le invita a animar más aún, me da el subidón y recorro las calles de Arriate a ritmos por debajo de 5, con molestias pero con la adrenalina a tope. He realizado este tramo de 30.5 km en unos 10 minutos menos que hace dos años, y eso que de vez en cuando tuve que bajar el ritmo por las molestias.
Casi al final del pueblo me encuentro con mi familia y las familias de Rafa y Carlos que están esperando para vernos así que me paro con ellos. Me preguntan si me voy a retirar y yo no digo ni que si ni que no, se que tengo que hacerlo pero no tengo ninguna gana. Me tiraría allí unos 10 min dándole vueltas y también esperando a ver si llegaba Carlos para verlo como iba. Carlos no llega y yo decido intentar seguir. Continúo poco más de 2 km y cuando he subido casi toda la cuesta donde hace dos años nos separamos Luis y yo (qué recuerdos) veo que ya me molesta hasta andando y no paro de darle vueltas a la idea de por qué he continuado, así que en ese mismo momento tomo la decisión de retirarme de la carrera, me doy media vuelta para irme a la casa a ducharme y comer. Por el camino me cruzo con cientos de marchadores, la mayoría extrañados de verme en dirección contraria, más cuando me ven la cara que llevo de contento. La verdad como ya lo tenía asumido previamente y había durado más de lo esperado, me lo tomé bastante bien. Iba bajando tranquilamente, grabando y animando a los que iban en sentido contrario, y como siempre al ver la cámara muchos se volvían locos (y sobretodo locas jaja). Por el camino me crucé con un tipo peculiar, iba con la indumentaria de bombero forestal, casco incluido, que me dio una calor solo de verlo. Estaríamos a bastantes grados por encima de los 30 a esas horas, cerca de las 2 de la tarde. Luego me enteré que lo hacía como reivindicación y homenaje de los compañeros muertos en incendios forestales. Bravo por él, que logró llegar a meta en algo más de 19 h.
Después de ducharme y comerme mi correspondiente chuletón de buey, nos fuimos a ver a Rafa en Setenil, que el pobre estaba fatal del estómago y se retiró allí mismo. Nos lo llevamos a la casa y me fui rápido a meta porque quería ver llegar a Rubén, con la esperanza de que siguiera manteniendo el puesto que llevaba en Arriate (tercero) y verlo en su entrada triunfal. Iba subiendo la cuesta que tendrían que subir todos los finishers antes de llegar a meta, cuando llegaba el segundo, Joan Marc. Ya casi llegando a meta pasó el tercero, Javier Castado. Tan solo 5 minutos más tarde llegaba Rubén, logrando un más que meritorio cuarto puesto y segundo de su categoría, realizando los 101 km en 9:55 h. todo un bestia que ha tenido una evolución espectacular ya que ha mejorado más de una hora su marca del año pasado.
Y esta ha sido mi vivencia de los 101 de Ronda que fue mi primer ultra hace apenas dos años y en este tiempo he realizado 7 así que como tarde o temprano tenía que pasar, este ha sido mi primer abandono, pero en el que no lo he pasado nada mal, y he podido vivir la carrera desde dentro y desde fuera, disfrutando en todo momento y contento de haber podido vivir esta carrera recorriendo cerca de 36 km y más tarde haber estado en un momento tan especial de un buen amigo que ha logrado una gran marca, mejor que el ganador de la edición anterior.
Ahora toca recuperar, me voy a tirar un par de semanas sin correr nada y luego me probaré, para ver si soy capaz de realizar mi próximo objetivo, el Gran Trail Peñalara, que solo tendré un mes para prepararlo. Según me vaya las primeras semanas de entreno, decidiré que hacer.
Entramos y como podemos vamos avanzando posiciones ya que hay mucha gente delante y muchos van a hacerlo andando. Este es un gran fallo de esta y muchas carreras multitudinarias, debería haber cajones de salida según tiempos previos, porque es increíble que se pongan delante gente que va a salir andando, entorpeciendo a los que vamos a correr.
Casi al final del pueblo me encuentro con mi familia y las familias de Rafa y Carlos que están esperando para vernos así que me paro con ellos. Me preguntan si me voy a retirar y yo no digo ni que si ni que no, se que tengo que hacerlo pero no tengo ninguna gana. Me tiraría allí unos 10 min dándole vueltas y también esperando a ver si llegaba Carlos para verlo como iba. Carlos no llega y yo decido intentar seguir. Continúo poco más de 2 km y cuando he subido casi toda la cuesta donde hace dos años nos separamos Luis y yo (qué recuerdos) veo que ya me molesta hasta andando y no paro de darle vueltas a la idea de por qué he continuado, así que en ese mismo momento tomo la decisión de retirarme de la carrera, me doy media vuelta para irme a la casa a ducharme y comer. Por el camino me cruzo con cientos de marchadores, la mayoría extrañados de verme en dirección contraria, más cuando me ven la cara que llevo de contento. La verdad como ya lo tenía asumido previamente y había durado más de lo esperado, me lo tomé bastante bien. Iba bajando tranquilamente, grabando y animando a los que iban en sentido contrario, y como siempre al ver la cámara muchos se volvían locos (y sobretodo locas jaja). Por el camino me crucé con un tipo peculiar, iba con la indumentaria de bombero forestal, casco incluido, que me dio una calor solo de verlo. Estaríamos a bastantes grados por encima de los 30 a esas horas, cerca de las 2 de la tarde. Luego me enteré que lo hacía como reivindicación y homenaje de los compañeros muertos en incendios forestales. Bravo por él, que logró llegar a meta en algo más de 19 h.
Después de ducharme y comerme mi correspondiente chuletón de buey, nos fuimos a ver a Rafa en Setenil, que el pobre estaba fatal del estómago y se retiró allí mismo. Nos lo llevamos a la casa y me fui rápido a meta porque quería ver llegar a Rubén, con la esperanza de que siguiera manteniendo el puesto que llevaba en Arriate (tercero) y verlo en su entrada triunfal. Iba subiendo la cuesta que tendrían que subir todos los finishers antes de llegar a meta, cuando llegaba el segundo, Joan Marc. Ya casi llegando a meta pasó el tercero, Javier Castado. Tan solo 5 minutos más tarde llegaba Rubén, logrando un más que meritorio cuarto puesto y segundo de su categoría, realizando los 101 km en 9:55 h. todo un bestia que ha tenido una evolución espectacular ya que ha mejorado más de una hora su marca del año pasado.
Y esta ha sido mi vivencia de los 101 de Ronda que fue mi primer ultra hace apenas dos años y en este tiempo he realizado 7 así que como tarde o temprano tenía que pasar, este ha sido mi primer abandono, pero en el que no lo he pasado nada mal, y he podido vivir la carrera desde dentro y desde fuera, disfrutando en todo momento y contento de haber podido vivir esta carrera recorriendo cerca de 36 km y más tarde haber estado en un momento tan especial de un buen amigo que ha logrado una gran marca, mejor que el ganador de la edición anterior.
Ahora toca recuperar, me voy a tirar un par de semanas sin correr nada y luego me probaré, para ver si soy capaz de realizar mi próximo objetivo, el Gran Trail Peñalara, que solo tendré un mes para prepararlo. Según me vaya las primeras semanas de entreno, decidiré que hacer.
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