"Sufrimiento y Dureza" esa es la frase impresa en la sudadera que nos han entregado a los finalistas de esta edición de los 101 de Ronda, y no miente, pero estos no son los únicos calificativos que se le pueden dar a esta prueba, también se le podrían añadir unos cuantos más como belleza, disfrute, entrega, superación, compañerismo y amistad, y es que en esta dura prueba se acumulan muchos sentimientos.
Esta carrera con tanta duración es importante ir acompañado, más si es la primera ultra que realizas como es mi caso, y yo iba a ir con dos acompañantes, mi gran amigo Pedro, al cual he echado mucho de menos y que por circunstancias familiares al final no pudo asistir, y un conocido con el que he compartido algunos entrenos y que ha dejado de dar señales de vida y no se nada de el desde enero, no melestándose ni en responderme cuando me he interesado por el, es triste comprobar que hay gente que le sobran los amigos, y es una pena pero bueno, el se lo ha perdido. Pero como no hay mal que por bien no venga, al final no he estado solo y lo primero que voy a hacer es agradecer a Rafa y Luis, dos alicantinos, la compañía que me han dado ya que sin conocerlos previamente, solo conocía a Rafa a través de internet, me acogieron desde el primer momento como un amigo más y eso ha hecho que viva esta aventura de una forma muy diferente a como la habría vivido estando solo, ya no únicamente en la carrera, sino también en la tarde noche de antes y en la mañana siguiente. Desde entonces puedo afirmar que tengo a dos nuevos y grandes amigos.
Esta carrera con tanta duración es importante ir acompañado, más si es la primera ultra que realizas como es mi caso, y yo iba a ir con dos acompañantes, mi gran amigo Pedro, al cual he echado mucho de menos y que por circunstancias familiares al final no pudo asistir, y un conocido con el que he compartido algunos entrenos y que ha dejado de dar señales de vida y no se nada de el desde enero, no melestándose ni en responderme cuando me he interesado por el, es triste comprobar que hay gente que le sobran los amigos, y es una pena pero bueno, el se lo ha perdido. Pero como no hay mal que por bien no venga, al final no he estado solo y lo primero que voy a hacer es agradecer a Rafa y Luis, dos alicantinos, la compañía que me han dado ya que sin conocerlos previamente, solo conocía a Rafa a través de internet, me acogieron desde el primer momento como un amigo más y eso ha hecho que viva esta aventura de una forma muy diferente a como la habría vivido estando solo, ya no únicamente en la carrera, sino también en la tarde noche de antes y en la mañana siguiente. Desde entonces puedo afirmar que tengo a dos nuevos y grandes amigos.
También agradecer a mis dos compañeros de habitación de hotel, Jose de Mijas y su amigo, que me hicieron un hueco y pude dormir en el mismo Ronda a 50 m de la meta, habiendo buscado la habitación solo dos semanas antes.
En principio me enfrentaba a esta prueba con muchas dudas debido al gran kilometraje ya que nunca había pasado de la mítica distancia de 42 km de la maratón, así que no tenía muy claro el tiempo que echaría en recorrerla, si es que conseguía acabar. Uno de mis mayores errores ha sido subestimar esta prueba por el desnivel acumulado, unos 2850 m de ascenso y otros tantos de descenso, ya que al haber hecho algo más de esa cantidad en otras pruebas como la de los lagos de Covadonga y de mucho menos kilometraje (42 km) me llevó a pensar que el desnivel era pequeño, además siempre se escucha que esta no es una prueba de ultrafondo "dura" por el "poco" desnivel acumulado. Y también tengo claro que me ha faltado entrenamiento, no se puede acometer una prueba tan larga sin hacer varias tiradas largas, y cuando hablo de largas me refiero a más de 7 horas de duración, ya que lo máximo que hice fueron las 6:17 h de la maratón de Riopar y las demás tiradas largas fueron todas por debajo de 6 h, pero también es jodido hacer tales entrenamientos solo, además de que por diversas circunstancias no he podido hacer las tirdas largas que hubiera querido. Todo esto me ha llevado a que al final la prueba en sí me haya parecido muy dura, mucho más de lo esperado a priori, es la primera vez en mucho tiempo que no veía la hora de que cruzara la línea de meta ya que en mis dos maratones de montaña que he realizado, he disfrutado desde el primer al último km y me he quedado con ganas de más que no ha sido el caso de esta prueba, y es que son muchos kilómetros y muchas horas.
Ahora intentaré describir lo vivido durante tantas horas, creo que me va
a ser difícil describir todos estos sentimientos encontrados pero lo
haré lo mejor posible dentro de mi limitada capacidad de redacción. He colgado varios vídeos y en esta ocasión no los he editado, para que así se aprecie mejor lo vivido y las emociones transmitidas con nuestras palabras.
Una vez desayunados y con nuestro atuendo de guerra, nos dirigimos los tres, Rafa, Luis y yo hacia el lugar de salida, el campo de fútbol de Ronda. Ya por las calles se mascaba el ambiente, lleno de gente andando y en bici, todos en la misma dirección. Serían las 10 de la mañana más o menos y el límite para entrar estaba en las 10:45. Con los nervios a flor de piel vamos acercándonos y cada vez la masa de gente en la misma dirección es mayor, hasta que al llegar al campo la imagen es impresionante, toda la pista de atletismo que lo rodea está a rebosar de ciclistas con sus bicis y es que estos salían un poco antes. En el centro, sobre el césped, estaban los marchadores que ya habían entrado en el campo. La imagen de miles de personas juntas, esperando con un mismo reto era espectacular.
A pesar de llegar tarde nos colocamos en buena posición y una vez que los ciclistas y duatletas se habían ido, abrieron la barrera para que los marchadores nos dirigiéramos al arco de salida. Para ser una prueba con tanta participación (2500 marchadores), nos colocamos en muy buena posición, a muy pocos metros de los primeros lo cual es una ventaja ya que hay muchos que afrontan la prueba andando desde el principio y esto puede provocar un gran atraso si te colocas detrás.
Ya todos en posición, el comandante de la legión nos dirigió unas emotivas palabras que me pusieron los vellos de punta.
Da el pistoletazo de salida y como estamos en tan buena posición salimos escopeteados como si de una carrera de 10 Km se tratara, subimos una pequeña cuesta y nos dirigimos a la calle principal de Ronda. La calle está abarrotada de gente animando y aplaudiendo y es la segunda vez que me emociono ya en esta prueba. Como se puede ver en los vídeos, aquí la euforia es máxima.
Dejamos Ronda atrás y nos adentramos en el campo hasta que por fin perdemos el asfalto y vamos por carril de tierra. Aún vamos los tres juntos pero Rafa dice que en la primera cuesta se pone a andar. Yo tengo intención de ir a buen ritmo hasta que mi cuerpo lo aguante así que decido ir con Luis, que está más fuerte que nosotros, hasta que pueda. Así llega el triste momento de dejar atrás a Rafa y Luis y yo continuamos a buen ritmo devorando kilómetros, y vamos tan lanzados que ni nos paramos en los dos primeros avituallamientos. Me cuenta Luis que el año pasado salieron más atrás en el pelotón y que en estos primeros kms tuvieron que andar bastante debido a los tapones formados, así que este año vamos muy bien.
En una hora alcanzamos el kilómetro 11 donde ya el paisaje es precioso, y como se puede apreciar en nuestra conversación, aún seguimos eufóricos y muy muy optimistas.
Sobre el km 14 llegamos a un bucle en el cual te cruzas con la gente que vuelve tras haber recorrido 13 km más. Nosotros como vamos en buena posición para marchadores, nos cruzamos solo con ciclistas, pero a la vuelta, cuando nosotros bajamos, nos cruzamos con los marchadores que van detrás y está muy chulo, aunque no se si para ellos será bueno psicológicamente. En este punto se pasa por un puente que está lleno de gente animando, lo cual se agradece mucho, pero antes de esto, más o menos a la mitad del bucle, pasamos al lado del circuito ascari, ubicado en plena naturaleza, en un lugar precioso y donde coches de fórmula 1 lo recorrían, pudiéndose escuchar los rugidos de sus motores desde kilómetros antes. Llegamos al avituallamiento 5 en Navetas, donde comemos algo por primera vez, yo cojo un sandwich que no puedo terminar del todo, y nos refrescamos. Llevamos 24 km y 2:21 h, con lo cual aún vamos por encima de los 10 km/h. Avanzamos unos metros y volvemos a oír el rugir de los motores, así que nos paramos un instante a ver pasar los coches a gran velocidad.
En esta zona hay un fotógrafo echando fotos y por suerte he conseguido localizarlas. Como somos que vemos a un fotógrafo y se nos va la pinza, jaja.
Llegamos al km 33 donde empieza la primera subida larga, ascendiendo 325 m en 3 km. Más o menos a mitad de esta subida dejo que se me escape Luis, ya que lo veo muy fuerte subiendo y yo prefiero subir a menor ritmo para asegurar mi llegada a meta.
Por tanto a partir del km 35 más o menos, continúo solo. Sigo subiendo a mi ritmo hasta el cortijo del Polear, 8º avituallamiento y km 38. Aquí comienza una gran bajada solo interrumpida por pequeñas subidas, hasta el km 54. Casi al final de esta bajada, pasamos por el pueblo de Alcalá del Valle, donde sus gentes vuelven a volcarse con los corredores animando. Como dato curioso mencionar que pasé por el km 42, la distancia de maratón, en 4 horas y media, que no está mal del todo teniendo en cuenta que iba conservador ya que me quedaba otra maratón y media más, y que es por terreno con cierto desnivel, aunque en cuanto al desnivel, aún quedaba lo peor. En Alcalá del Valle está el primer puesto de control, que me marca que voy en posición 244, en el km 51 con un tiempo de 5:56 h.
Sigo a mi ritmo, trotando en las bajadas y los llanos y ya andando más en las subidas, hasta que al fin llego a Setenil de las Bodegas, primer objetivo primario debido a que allí hay comida y tengo la primera de las dos mochilas que dejamos con material por si nos hacía falta cambiar de ropa y demás. Entrando en el pueblo grabo este vídeo en el cual se puede apreciar que voy ya cansado.
Como se puede apreciar en el vídeo, el pueblo es precioso y muy peculiar, con casas incrustadas en los huecos de las rocas. Llego al punto de control un poco tocado de los pies que me duelen mucho, sobre todo los dedos, y doy mis primeras señales de vida en facebook diciendo que estoy tocado pero no hundido y que continuaré. Muchos amigos de la red social me dan ánimos y aliento, lo cual agradezco enormemente ya que me ayudó más de lo que os imagináis. Procedo a cambiarme los calcetines como mi amigo Rafa Bodi me aconsejó, y al quitarme la zapatilla izquierda compruebo aterrado que la tengo manchada de sangre. Me temo lo peor y al quitarme el calcetín se confirma, tengo varias ampollas y un dedo ensangrentado por la rozadura con la uña del otro. No se que hacer porque aunque leí algo sobre llevar agujas para ampollas, no fui tan previsor, pero uno que había al lado mío me dijo que había podólogos, así que subí a enfermería y un gran grupo de podólogos y podólogas me curaron de maravilla, un diez por su labor, y encima las podólogas eran guapísimas, cosa que se agradece, jajaja. Aquí tengo también que agradecer a mi amigo Iván de León su llamada, que fue en un momento clave que me encontraba fastidiado por las ampollas, sus consejos y ánimos me ayudaron y mucho para continuar, muchas gracias amigo.
Cuando salgo de la enfermería compruebo que entre el avituallamiento y los podólogos he perdido 40 min, pero ha merecido la pena porque ahora no me duelen en absoluto las ampollas, qué gran trabajo han hecho!.
Antes de entrar en la enfermería, pasé por el punto de control, estoy en el km 58,5, he tardado 7 h en llegar e iba en posición 301, con lo cual había perdido 57 posiciones pero no está nada mal.
Por fín salgo de Setenil, aún hablando con Iván con el móvil y uno de sus consejos es que busque alguien con quien ir acompañado, pero yo estoy decidido a seguir adelante aunque sea solo, además es difícil pegarse a alguien que vaya siempre a tu ritmo en una carrera tan larga ya que hay momentos que vas muy bien y otros peor.
Tras una dura pero corta subida, viene un falso llano con poca pendiente ascendente y empiezo a sorprenderme a mí mismo porque voy muy bien, con energías renovadas y vuelvo a correr e incluso adelanto a varios corredores, mientras voy corriendo me pregunto de dónde saldrá esta energía a estas alturas de la prueba. Seguro que mucho ha influenciado los ánimos de los amigos del facebook y de la llamada de Iván. Además esta parte del recorrido es preciosa, por un sedero que discurre por una zona con gran vegetación y un río con su agua que daban ganas de meterse, y es que es muy probable que estuviéramos por encima de los 30 grados durante gran parte del día, con un sol de justicia que no se escondió ni un momento hasta el anochecer, unido a los mínimos tramos en los que había sombra, seguro que fueron también causantes de mi cansancio al llegar a Setenil.
Sigo muy animado y sorprendentemente bien, sin ninguna molestia hasta que al acercarme al avituallamiento 14, en Chinchilla (km 67,5) veo sentado a Luis, con muy mala cara. Al preguntarle me dice que está jodido del estómago, y me temo lo peor ya que el estómago fue la razón por la que abandonó el año pasado. Me siento a su lado y le animo un poco mientras me como una fruta y un dulce del avituallamiento. El pobre Luis se levanta y se va a vomitar, pero me dice que va a intentar seguir, así que yo en este momento decido que lo voy a esperar y continuar a su lado. A todo esto llega un corredor granaino que conocí en la carrera del Cabo de Gata del año pasado, lo saludo y hablamos un poco. Al fin parece que Luis se anima a continuar y seguimos, junto al granaino, unos metros, andando ya que es en ascenso, y la opinión de todos es que no volvemos a hacer una distancia así en la vida, pero vamos, esta es una conversación típica de los momentos de sufrimiento.
Llegamos al final de la cuesta y cuando comenzamos a descender empezamos a trotar, pero Luis no va muy fuerte y tropieza con una piedra que le cuesta mantener el equilibrio, y con tal esfuerzo por no caer se hace daño en los gemelos y yo se muy bien lo que es eso ya que me ha pasado en más de una ocasión, y duele muchísimo, así que decidimos continuar andando para no arriesgar. De esta manera, andando aunque a paso ligero, por una pendiente en descenso muy pronunciado, vamos ya acercándonos al cuartel de la Legión, que ya se divisa entre el bosque.
Al fin llegamos al cuartel de la legión, habiendo podido correr un poco en algún tramo llano, pero poco ya que Luis se siente mal cuando corre porque se le mueve el estómago, además tiene problemas de orina ya que tiene ganas pero no puede hacer, cosa que me preocupa.
Llegamos al cuartel a las 21:40, justo anocheciendo, así que podría haber dejado perfectamente el frontal aquí ya que aún no me ha hecho falta. Pasamos el punto de control que nos marca un tiempo de 10:45 h, y posición 485, así que entre los podólogos, la parada con Luis y el no poder correr mucho, he perdido 184 puestos más.
Entramos en el comedor de la legión, donde nos tienen una suculenta cena preparada, con arroz tres delicias, perrito caliente, y caldito bien caliente que resucitaba a un muerto, además de fruta y yogurt. Me hecho de todo y nos sentamos junto al de Granada que ya está acabando y aprovecho para que nos eche una foto. Se puede ver en lo pálido de la cara de Luis, la descomposición que tiene, pero el tio aguantando el tirón.
Mientras comemos hay algunos que se caen en redondo y se los tienen que llevar en camilla, puff que mal está el personal a estas alturas. Yo como velozmente con ansia viva y no es para menos, pero a Luis le cuesta bastante tragar y se lo tiene que tomar con calma. Termino de cenar y decido ir a recoger la mochilas para ir preparando la ropa de abrigo para la larga noche que nos espera. Entre que Luis termina, nos cambiamos de ropa y devuelvo las mochilas pasa bastante tiempo y es que además pillé cola en la devolución de mochila, aunque no tanta como he podido leer que les pasó a otros que tardaron más de una hora. Yo estaría entre 10 y 15 minutos en la devolución y muy poco en la recogida de mochilas. Pero en total estuvimos una barbaridad de tiempo en el cuartel, cerca de hora y media, siempre habíamos dicho que no nos pararíamos a cenar, comeríamos algo rápido y a continuar, pero en una carrera de estas características las circunstancias del momento mandan.
Una vez salidos del cuartel, decidimos que a estas alturas, con el cansancio acumulado y la noche cerrada, que continuamos hasta el final andando para no empeorar la situación. Así que bajamos por el arcen de una carretera mientras los coches pasan a nuestro lado y nos animan. En un momento de la bajada nos adelanta un equipo compuesto por 5 corredores de la legión que van muy animados cantando sus canciones típicas, y es una lástima que no callera en grabar dicho momento.
Vamos avanzando poco a poco, solo nos quedan veinti pocos kms, sin saber que van a ser los 23 kilómetros más largos de mi vida, y es que en esta parte del recorrido, han introducido un tramo nuevo mucho más duro que el de las ediciones pasadas, creo que de unos 500 m más de ascenso y otros tantos de descenso, concentrados en pocos kilómetros, que añadido al cansancio acumulado y la noche, se harán interminables.
Comenzamos la famosa subida de "la cuesta de la hermita", que según he leído en el foro de los 101 es la única ermita que se escribe con h. Esta cuesta es famosa por su dureza, y mientras la vamos subiendo nos acordamos de Rafa así que Luis lo llama y cual es nuestra sorpresa que nos dice que ya ha salido el cuartel y va subiendo la cuesta. No se que le diría Rafa, pero Luis deduce que va a unos 3 km detrás de nosotros, y ni nosotros tenemos ganas de estar esperando ya que a estas alturas en recorrer 3 km cuesta arriba puede pasar mucho tiempo, ni por supuesto Rafa tiene intención de correr para alcanzarnos, así que resignados seguimos nuestra marcha. En esta parte tiene lugar un acontecimiento que me encantató, y es que en medio de la noche, íbamos subiendo por una camino que atravesaba un campo de lo que sería trigo o alguna plantación similiar, cuando se empieza a escuchar mucho ruido y de repente por la izquierda sale un grupo de enormes ciervos, que cruzan el camino y siguen saltando y al enfocarlos con los frontales solo se ve la parte que sale por encima del trigo y los ojos iluminados por el reflejo, una imagen espectacular.
Comenzamos la famosa subida de "la cuesta de la hermita", que según he leído en el foro de los 101 es la única ermita que se escribe con h. Esta cuesta es famosa por su dureza, y mientras la vamos subiendo nos acordamos de Rafa así que Luis lo llama y cual es nuestra sorpresa que nos dice que ya ha salido el cuartel y va subiendo la cuesta. No se que le diría Rafa, pero Luis deduce que va a unos 3 km detrás de nosotros, y ni nosotros tenemos ganas de estar esperando ya que a estas alturas en recorrer 3 km cuesta arriba puede pasar mucho tiempo, ni por supuesto Rafa tiene intención de correr para alcanzarnos, así que resignados seguimos nuestra marcha. En esta parte tiene lugar un acontecimiento que me encantató, y es que en medio de la noche, íbamos subiendo por una camino que atravesaba un campo de lo que sería trigo o alguna plantación similiar, cuando se empieza a escuchar mucho ruido y de repente por la izquierda sale un grupo de enormes ciervos, que cruzan el camino y siguen saltando y al enfocarlos con los frontales solo se ve la parte que sale por encima del trigo y los ojos iluminados por el reflejo, una imagen espectacular.
Por fín alcanzamos la cumbre de esta cuesta y llegamos al km 80 donde hay un senderemos zigzagueante y con bastante pendiente en descenso, con unas vistas preciosas del pueblo de Montejaque y de la hilera de frontales a nuestro alrededor, así que grabo un pequeño vídeo, en el cual Luis aprovecha para darme las gracias por haberlo acompañado en los momentos malos, pero lo he hecho con gusto y estoy seguro de que el habría hecho lo mismo. Además hoy me lo ha vuelto a agradecer en el facebook y dicho que yo podría haber terminado en 2 horas antes por lo menos. Es posible pero ahora es imposible de saber y me da igual. Solo decir que no me arrepiento de lo hecho, estoy muy orgulloso de haberlo ayudado y seguro de que si lo hubiera dejado en esas condiciones, ahora me sentiría mucho peor, además he ganado un nuevo amigo que eso no tiene precio. Y también reconocer que en los últimos kms fue el quien me esperó a mi.
Alcanzamos el avitualliento 17, junto al cementerio de Montejaque y aquí grabo otro vídeo. Ahora me doy cuenta de que he estado mucho tiempo sin grabar nada y ahora llevo dos vídeos grabados en poco tiempo, lo cual indica que iba muy bien de ánimo, además creo que se puede apreciar en los vídeos, increíble a estas horas de la noche y con tal paliza en el cuerpo.
Llegamos a Benaojan, km 86,5 a las 0:38 h, donde hay un nuevo punto de control que indica que vamos en posición 664, con lo que hemos perdido otros 179 puestos, seguramente la mayoría en la hora y media parados en el cuartel. Aquí nos dan un café calentito, que me sienta de maravilla. Nos tomamos el café sin parar de andar atravesando el pueblo y al final del mismo pasamos junto a un grupo de jovenzuelos que hacen botellón y nos animan al tiempo que se les nota un poco de cachondeo y es que me imagino perfectamente lo que estarán pensando de nosotros, de hecho yo he estado en muchas ocasiones en su posición, haciendo botellón y la verdad es que ni en esos momentos en los que iba tan cansado, tuve la más mínima envidia de ellos, es increíble pero aún seguía disfrutando de esta gran prueba del ultrafondo.
Dejamos atrás Benaoján y comienza una de las perlas que nos tenía reservada la organización para esta edición, y es que aquí comienza la parte nueva donde hay que reconocerlo, el recorrido es precioso, por una senda que transcurre entre un espeso bosque, cruzando riachuelos, pero lo habría disfrutado mucho más si no tuviera los pies tan doloridos. Según decían los veteranos en esta prueba, todos ellos acordándose de la familia del que ha introducido este nuevo tramo, antes se iba por una pista paralela al río y sin desnivel, y ahora sin embargo, tenemos que subir 4 cuestas bastante duras, y claro bajarlas, y aunque el que no esté metido en este mundo no se lo crea, a estas alturas prefiero las subidas a las bajadas. En las bajadas me duele todo y si se me ocurre correr aún más. Por cierto, es curioso pero ahora que soy yo el que no puede correr, veo que Luis está mucho más animado y fuerte, así que vamos descompensados y es ahora el quien me tiene que esperar a mi. Pero es lo que pasa en los ultras, que tienes momentos malos y otros en los que surge de repente la energía y parece como si te hubieras tomado una habichuela de las que se tomaba Goku en Dragon Ball, jajaja.
Llegamos al km 94 subiendo la tercera de las 4 nuevas cuestas, y grabo otro vídeo en el cual se aprecia que estoy más decaído.
Mientras subimos todas estas nuevas cuestas me da la impresión de que los que ya han corrido esta parte antes están psicológicamente peor que nosotros que no lo hemos hecho antes, ya que no paran de quejarse comparándolo con el recorrido de años anteriores.
Al fin dejamos atrás este nuevo tramo y nos enfrentamos a la última y famosa "Cuesta del Cachondeo" que no se de dónde vendrá ese nombre pero a nosotros no nos hace nada de gracia. Esta cuesta justo en los últimos 2 km, empedrada y con fuerte pendiente, ya que sube desde la parte más baja del Tajo de Ronda hasta la ciudad, pero ya se sube con cierta alegría de saber que está la meta muy cerca. Desde aquí las vistas del Tajo iluminado son preciosas.
Una vez finalizada la famosa cuesta, nos dirigimos a la alameda de Ronda, atravesando de nuevo la ciudad y me sorprende gratamente comprobar que a estas horas indecentes aún queda bastante gente animando. Conforme vamos bajando la avenida, la gente nos aplaude y nos da la enhorabuena y son tantos los sentimientos que lo recorren a uno que me llego a emocionar aunque no llego a llorar ya que no soy de lágrima floja, pero me faltó poco, y aún se me ponen los pelos como escarpias cuando lo recuerdo. Y para que quede bien en el recuerdo, grabé otro vídeo de la llegada.
En total echamos en alcanzar la meta la friolera de 16 horas y 50 minutos, así que llegamos a las 3:50 donde un caballero legionario nos esperaba para colgarnos el ansiado ladrillo, que es como llaman cariñosamente a la medalla en forma de gorra de la legión.
Nos dirigimos a lugar donde daban la cena compuesta por macarrones y filete ruso que estaba buenísimo.
Por cierto, habíamos decidido antes de la llegada, que cuando
llegáramos a meta esperaríamos a Rafa para que no estuviese solo en esos
momentos y cual fue nuestra sorpresa que cuando Luis lo llama para
saber por dónde va, este le contesta que está en la ducha, que ya ha
llegado a meta y cenado, parece que llegó unos 40 minutos antes que
nosotros. No nos lo podemos creer y no dejamos de pensar en qué momento
nos ha adelantado y ni nosotros ni el se ha dado cuenta, pero puede
pasar en plena oscuridad que uno va mirando para el suelo.
Nos vamos al hotel, que por suerte los dos hoteles están muy cercanos y a tan solo 50 m de meta. Me ducho y me acuesto y después de no haber dormido casi nada la noche anterior, y de la paliza que llevo encima, sigo sin poder dormir mucho, en parte debido a los ronquidos de mi compañero de habitación duatleta que ya ha llegado y está como un tronco. No paro de pensar en las cosas ocurridas en la carrera y de repente se me pasa por la cabeza la posibilidad de que Rafa saliera del cuartel de la Legión antes que nosotros y no nos viera porque estuvimos un rato cambiándonos en unas escaleras por las que era fácil que el no pasara. Al día siguiente al hablar con el resulta que yo tenía razón, el tío iba tan bien que comió muy rápido y ni siquiera se para a coger la mochila ya que había mucha cola, y como el llegó más tarde a Setenil, se puso allí la ropa de abrigo, así que perdió poco tiempo en el cuartel y mientras nosotros estábamos sentados en las escaleras el entró y salió del comedor sin vernos. Que máquina eres Rafa, menuda segunda parte de carrera te marcaste. Una pena no habernos visto en el cuartel, porque podríamos haber ido los tres juntos en este último tramo y haber llegado juntos a meta. Estas son las cosas que solo pueden pasar en una carrera como esta.
Al día siguiente fuimos a la Alameda a recoger las mochilas, justo cuando se cumplían las 24 h de límite para llegar a meta, eran la 10:48 y vemos llegar a dos corriendo y yo digo, tienen cojones poder correr después de 24 h, pero es que si no corrían no llegaban a tiempo a meta con lo cual no les darían ni la medalla ni la sudadera, además de la diferencia moralmente de entrar en el tiempo establecido. Fue muy emotivo y yo creo que fueron más aplaudidos que el que llegó el primero.
Ya aprovechamos para echarnos la última foto, con mejor cara, y con los trofeos colgando y la sudadera puesta.
Ya solo me queda agradecer a todos los legionarios lo bien que lo han hecho, es una organización magnífica, no hay organización privada que pueda competir con tantísimo leginario desviviéndose por ayudarnos. He leído por ahí que la única que se le acerca es la del Ultra Trail del Mont Blanc. También mencionar a la infinidad de gente que por todo el recorrido nos ha animado y dado aliento, incluso en medio de la nada había sitios donde se encontraba a gente animando y en varios cortijos los dueños tenían barreños y mangueras con agua para poner su granito de arena, impresionante.
Y por contra, la peor parte se la llevan los hoteleros. Es increíble que forrándose como se forran debido a los que vamos allí solo a correr, poniendo los precios por las nueves, que luego me digan el domingo que hay que salir de la habitación a las 12 de la mañana como en cualquier hotel, y no lo digo por mí que me levanté a las 9:30 y a las 10 ya estaba tomando cervezas con Rafa y Luis, lo digo por mi otro compañero de habitación que a sus 59 años la hizo completa a pié y llegó al hotel sobre las 9 de la mañana y para las doce tenía que estar fuera, vaya dos horas y poco que le costaron bien caras.
Solo me queda decir que ha merecido la pena con creces todo el esfuerzo y sufrimiento padecido, porque lo que se gana a cambio es grandioso y difícil de explicar con palabras que solo lo podrá entender quien realice una hazaña similar.
Por último decir que me sorprende la capacidad de recuperación del cuerpo, ya que ayer lunes por la tarde, ya podía andar como una persona normal sin que la gente pensara que era minusválido, y no tengo ni un dolor muscular, solo molestias en los pies.
Añado este vídeo de CharryTV:
Aquí podréis encontrar gran cantidad de fotos: http://www.locosporronda.com/index.php/fotografias/101km-ronda-2013/
DATOS TÉNICOS
Distancia: 101 km
Desnivel acumulado: 5700 m.
Tiempo: 16:50 h.
Puesto: 744 de 2500 participantes.
Clasificaciones: http://www.xtrmtracker.com/es/eventos?date=20130511
Clasificaciones: http://www.xtrmtracker.com/es/eventos?date=20130511
PERFIL: Si se observa este perfil, se puede comprobar como la mayoría del desnivel acumulado se concentra en la última parte.